Punto de vista de Carmen Fernández
«La realización del Máster en Fotografía y Diseño en SHIFTA, entre 2020 y 2021, ha marcado un punto de inflexión en mi mirada fotográfica y en mis inquietudes creativas. En la actualidad, compagino mi vida profesional con la creación de un proyecto fotográfico personal que me permita expresarme artísticamente.
Me interesa profundizar en la relación de la persona con su entorno, abordando el concepto de identidad, la gestión de las emociones y el crecimiento personal. Dar protagonismo a lo que somos, reflejando contradicciones y anhelos, elementos vitales perennes en el discurrir de una vida.
En el proyecto personal “En el confinamiento fui yo” analizo el impacto del reencuentro con uno mismo en el contexto de la pandemia.
En el proyecto “Diálogo a una voz” profundizo en la relación entre el mundo interior y el exterior. Combino pensamiento y espacio creando una dimensión expresiva que me permite compartir mi voz interior.»
Cada uno de nosotros mantiene conversaciones consigo mismo más o menos frecuentes a lo largo de su existencia. Esa voz interior, que nos equilibra y desasosiega por igual, permanece oculta e indescifrable a los demás.
En la vigilia y en el sueño, en compañía o en soledad, esa voz se manifiesta como un diálogo auto sostenido, resonante e inabarcable. Con ella, revisamos defectos y virtudes, repasamos miedos y equilibramos fuerzas existenciales. La voz interior nos recuerda que nunca dejamos de estar a la intemperie, que nos encontramos siempre al “descubierto existencial”.
Durante los meses de aislamiento social, sentí que mi voz me mantenía cuerda y viva, dirigiendo mis actos y manteniendo a raya mis obsesiones. Más tarde, abrí la puerta y salí en busca de vida, de olores y de materias vivas, ansiosa por recuperar mi vida y mi entorno.
Y en esa intemperie vital, mi voz se volvió todavía más protagonista. Cada día me interpela, me expone a pensamientos que me recuerdan que estoy a merced de una constelación de emociones y fuerzas. Que nada se para, que todo continua.
Proyecto "Diálogo a una voz"
En este proyecto profundizo en la relación entre el mundo interior y el exterior. Establezco un vínculo narrativo entre dos elementos vitales, por un lado, un imaginario de lugares singulares en los que me reconozco, y por otro, el pensamiento que me dirige y me sostiene. Ambos elementos se invocan mutuamente creando una dimensión expresiva, que actúa como manifiesto de lo que ahora mismo soy y siento.
Una dimensión que tiene sentido si se expresa en voz alta, porque nunca es tarde para dejarse al descubierto.
Cada uno de nosotros mantiene conversaciones consigo mismo más o menos frecuentes a lo largo de su existencia. Esa voz interior, que nos equilibra y desasosiega por igual, permanece oculta e indescifrable a los demás.
En “Diálogo a una voz” profundizo en la relación entre el mundo interior y el exterior. Establezco un vínculo narrativo entre dos elementos vitales: lugares singulares en los que me reconozco y pensamientos que me dirigen y me sostienen. Ambos elementos se invocan mutuamente creando una dimensión expresiva de mi lenguaje vital.
Una dimensión que tiene sentido si se expresa en voz alta, porque nunca es tarde para dejarse al descubierto.
