Sobre diseño de restaurantes pre y post covid

May 07, 2021 por Pilar Soto

Restaurantes y restaurantes cerrados.

Ciudades como Barcelona, nunca se imaginaron que existiera la posibilidad de que los restaurantes cerraran uno tras otro a raíz de la pandemia. En este artículo abordaremos la cuestión sobre la diferencia entre el diseño de restaurantes pre y post COVID.

restauración

El diseño de restaurantes pre COVID

La restauración pre-pandemia ya estaba al límite, buscaba encontrar la novedad, la foto lo extravagante que combatiera con la gran oferta pero brindando una experiencia de menos calidad que sólo priorizaba sacar el máximo rendimiento y beneficio sin cuidar los detalles.

Estos, en contraposición de los restaurantes en los que encontramos fotografías de paellas y mejillones sobre hules de cuadros, restaurantes experienciales de extremo cuidado (tanto en atmósfera como en precios), los de toda la vida con nuevos dueños y concepto trasquilado, cadenas y cadenas de ‘fast food’ y ‘take away’, de colas interminables al lado de exquisitos espacios gastronómicos vacíos.

En Barcelona, el diseño de restaurantes no estaba pensado para el turista ni para la gente local, sino para adaptarse a la velocidad y a la alta demanda en la ciudad. Este concepto se refleja en la calidad tanto de la comida como del diseño interior de los restaurantes que una vez llevados al exterior, modifican la imagen de las fachadas de muchas de las calles representativas de la ciudad.

El interiorismo de restaurantes como punto de partida

En cuanto al interiorismo de restaurantes, me interesan tres clasificaciones principalmente. Primero tenemos los todo mal, en los que ni la comida ni el espacio tienen interés. Ahí entendemos que el interés es únicamente económico, es decir, barato o bien ubicado.

Por otro lado, está el que podemos categorizar como cutre, básico o rancio, pero que al final se come bien, y que seguramente el factor social juega un papel muy importante, sea del ambiente, los dueños o los trabajadores.

Por último, podríamos resaltar el espacio en el que la carencia del buen comer se enmascaraba con macro decoraciones y ornamentos instagrameables, en los que dará igual que la comida llegue fría o que la luz que ilumina la mesa dañe la vista.

Cada una de estas tipologías, no representan diferentes sociedades, sino más bien momentos concretos de cada individuo. Al final, todos somos turistas, estudiantes, parejas, amigos, compañeros de trabajo, o de parada de un ‘take away’.

Con la llegada del COVID 19 llegó el silencio, y posteriormente la preocupación por la desgarradora situación de la restauración, no sólo en Barcelona, sino a nivel mundial.

Diseño de restaurantes más allá de la atmósfera y la experiencia

Como diseñadora de espacios interiores, mi visión ante la nueva realidad nace desde un punto de vista más esperanzado. Confieso que la relación a nivel humano y experiencial hacia la nueva normalidad, la encuentro mucho más interesante y enriquecedora.

Nos hemos parado a todos los niveles, y hemos entendido la importancia de las relaciones humanas, del contacto, de la aproximación social a la hora de compartir una comida del día, de la interacción con los camareros, de la atmósfera que se genera en estos espacios y el tiempo que invertimos y con quién lo pasamos.

La realidad es que nos preocupamos más. Esto que ya sonaba antes de la pandemia, se está disparando gratamente desde entonces. Revisamos la calidad y procedencia de los alimentos, su proceso hasta llegar al plato, que se trasladan en el diseño de restaurantes que trazan un puente entre el espacio, con los materiales, la luz, y el tiempo.

De estos parámetros sobre las relaciones humanas, aprendí mucho con Daniel Freixes en las clases que impartimos en la universidad, en los que apuntaba notas como la de que las medidas perfectas de una mesa eran las que te permitían tener una conversación íntima sin forzar la voz ni que los de al lado escuchasen la conversación. Todos estos argumentos, que resultan de lo más lógicos, se han ido perdiendo en los últimos años. Pero nos paramos.

Somos nosotros como sociedad quienes tenemos la capacidad de movernos hacia un diseño de restauración e interiorismo de calidad, y como diseñadores, en ir de la mano de los restauradores para generar experiencias coherentes y amables, conectando cada uno de los factores que intervienen en el proyecto.

Pilar Soto

Arquitecta y diseñadora de interiores, profesora en Elisava y docente del Máster Online en Diseño de Interiores.

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