Contar historias con Motion Graphics

Es aquí donde nos damos cuenta de la importancia del storytelling, porque podemos tener un vídeo espectacular en lo que a técnicas y composiciones gráficas respecta, pero si carece de concepto y un guión que le dé sentido, será fácilmente olvidado, y no queremos ser olvidados.

El storytelling es un arte que debemos aprender y estudiar. Lo podríamos ver como la espina dorsal de nuestro proyecto, ya que es el encargado de generar la atmósfera, la magia y la tensión necesaria de nuestro relato, el que marcará el ritmo de la pieza, el que conseguirá la conexión con el espectador y despertará sus sentimientos. La importancia de esta conexión te la voy a demostrar ahora mismo:

Cierra los ojos un momento y piensa en la película que más te gusta, ahora recuerda tu parte favorita de la misma…

Lo más probable es que el diálogo (de tenerlo) lo recuerdes a medias, la gráfica o el plano tal vez también sean algo borrosas en tu mente, pero te puedo asegurar que lo que recuerdas al 100% de detalle es cómo te hizo sentir; y es que cuando logramos crear una experiencia personal con la pieza audiovisual que estamos viendo, ya no lo vamos a olvidar.

En el Motion Graphics, es sumamente importante que tengamos el guión y la manera de narrar nuestra historia bien definidos antes de empezar a definir técnicas y gráficas, ya que al ser audiovisuales tan cortos tenemos muy poco tiempo para que la historia se desarrolle y se entienda bien; entonces una vez que esto esté bien definido es cuando entra el gran apoyo de la gráfica en movimiento que es lo que hará a nuestro vídeo aún más genial.

Existen varios tipos de storytellings, y en el Motion Graphics no es necesario que sea siempre, por ejemplo, con una voz que nos narre el cuento, en realidad no tiene por qué haber una voz tampoco. Podemos hacer uso de la tipografía, la gráfica o los personajes que tengamos dentro de nuestra pieza para desarrollar esta atmósfera y hacer que el espectador entienda lo que está sucediendo y generarle emociones o sentimientos.

Todo lo que esté dentro de nuestro Motion Graphics será un elemento que nos ayudará a crear la historia, y lo bueno es que seremos capaces de manipularlos para que sean como queremos, desde el movimiento de unas nubes o una hoja hasta la expresión corporal de un personaje, por ejemplo.

Es por ello que todo proceso de creación de este tipo de vídeos deberá pasar por los pasos de esta pequeña “receta”:

Es un paso que no debemos olvidar jamás porque es lo que dará la bases a nuestro proyecto y es que siempre debemos definir ¿a quién va dirigido? ¿qué emoción quiero generar? ¿qué quiero lograr?

El siguiente paso es determinar ¿Cómo contamos esta historia?, ¿qué puntos de inflexiones le damos?, ¿qué ritmo tendrá?, ¿cómo será el inicio, el desarrollo y el final?, ¿quién y cómo se narrará?, ¿qué tono tendrá?

Clave para hacerlo todo más fácil y claro antes de animar una pieza, el storyboard nos permitirá tener un visual de las escenas, el tiempo, los encuadres y movimientos de cámara que necesitamos para crear la pieza.

Es uno de los momentos más emocionantes en el proceso de la pieza y es cuando formalizas gráficamente cada pieza que está dentro del vídeo, todo debe estar bajo una dirección de arte que lo haga armónico y tenga un sentido coherente con la conceptualización.

¡Oh, yeah! Llegamos al tan esperado punto que nos encanta y disfrutamos tanto: finalmente darle vida y movimiento a todo eso que hemos creado antes.

Si tenemos animaciones en 3D que necesiten composición después de renderizados, o elementos que necesiten retoques después de estar animados por lograr un look & feel específico por concepto ¡este es el momento de hacerlo!

Una pieza audiovisual necesita tener un sonido que la acompañe y eleve la experiencia de la visualización con audios, músicas y/o voces que den la atmósfera final que quieres transmitir con cada una de tus escenas.

Lo cierto es que debemos entender nuestras piezas audiovisuales de Motion Graphics como un compendio de elementos que conviven y que dependen unos de los otros y que no funcionarán tan bien si alguno de ellos falla, no está presente o no se ha realizado en el orden del proceso a seguir para poder tener una pieza redonda y con sentido.