Cómo aplicar el secreto de las Zonas Azules en tus espacios

Sep 30, 2025 por Margo Pérez

Diseñar para conectar

Las Zonas Azules en regiones como Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia) o Nicoya (Costa Rica) son famosas por la longevidad y la salud de sus habitantes. Estudios muestran que, más allá de la alimentación o la actividad física, lo que realmente influye en su bienestar son las relaciones humanas y el sentido de comunidad.

Un estudio de Harvard de más de 80 años confirma lo mismo: la calidad de nuestras relaciones personales es el mayor predictor de una vida larga y feliz.

“Las buenas relaciones no solo protegen nuestros cuerpos, también protegen nuestros cerebros.” – Robert Waldinger, director del Estudio de Harvard sobre la Felicidad.

Cómo crear un Hogar Azul en casa

¿Y si pudiéramos llevar las lecciones de las Zonas Azules a nuestros hogares, diseñando espacios que fomenten la conexión y fortalezcan las relaciones entre sus miembros? Descubre algunos principios para crear un Hogar Azul y cómo aplicarlos en casas particulares, más allá del coliving, donde la organización de zonas comunes y el fomento de la interacción pueden ser más desafiantes, pero igualmente enriquecedores para mejorar la vida y convivencia familiar.

1. Entradas que invitan a quedarse

  • Banco cómodo que invite a recibir, un perchero o zona para zapatos: convierte el recibidor en un espacio acogedor y de bienvenida.

2. Cocinas abiertas y comunales

  • Integrar cocina, comedor y sala para que cocinar sea social.
  • Añadir isla o península con asientos que permita conversar mientras se cocina.

3. Comedores generosos

  • Mesas redondas u ovaladas que fomenten igualdad y diálogo natural.

4. Salones acogedores

  • Sofás y sillas en círculo o semicírculo para facilitar conversación.
  • Alfombra y luz cálida para crear intimidad.
  • Muebles cómodos, con materiales cálidos que inviten al tacto y la cercanía.

5. Espacios multifuncionales

  • Áreas flexibles para leer, meditar, hacer ejercicio o conversar.
  • Adaptables según el momento del día o la compañía.

6. Naturaleza como vínculo

  • Plantas, madera, agua: invitan a quedarse, relajarse y compartir.

7. Rincones para pausas compartidas

  • Banco junto a una ventana, terraza con dos sillas o hamaca doble.
  • Espacios pequeños que fomentan la conexión silenciosa.

8. Decoración con historia y emoción

  • Fotos familiares, recuerdos de viajes, piezas artesanales.
  • Elementos que fomentan conversación y refuerzan identidad familiar.

Aplicando estas premisas de diseño fomentaremos la pertenencia social y priorizaremos la familia, como apoyo mutuo entre sus miembros.

Equilibrio entre lo privado y lo común

Diseñar pensando en la conexión humana no significa perder privacidad. Al contrario, es entender que los espacios pueden acoger y proteger, pero también invitar y abrir. Es el equilibrio entre lo privado y lo común.

Vivir mejor, juntos

Inspirarse en las Zonas Azules es mirar hacia un modelo de vida más simple, humano y conectado. Un modelo donde el diseño de interiores no solo responde a necesidades funcionales, sino también emocionales.

El verdadero lujo no está en materiales ni tendencias, sino en momentos compartidos: una taza de té, una risa o un silencio con alguien que nos importa.

Como diseñadores de interiores, cada decisión puede transformar un espacio en un lugar que fomente la interacción, fortalezca vínculos y mejore la calidad de vida de quienes lo habitan. Te invito a incorporar esta mirada en tus próximos proyectos y así diseñar espacios que realmente transformen vidas.

Margo Pérez

Product Marketing Manager y mentora del Máster en Diseño de Interiores de SHIFTA.

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