El millennial prototipo no existe, aquí algunas pistas
Cuando hablamos de la generación millennial existe poco que no se haya dicho ya, tanto en términos demográficos como actitudinales. Sin embargo, puede ser en esa generalización y estereotipo donde radique el fallo al intentar hacer contenido que apele y atrape a esta generación.
En el imaginario colectivo de muchos, la Generación Y está conformada por fanáticos de los tatuajes, los road trips, el rock indie, todo lo que no sea plástico y el café. Sin embargo, son una generación muy diversa en cuanto a gustos y comportamientos se refiere.
Los millennials, la generación que encabeza la fuerza laboral mundial actual y que poco a poco consolida su poder adquisitivo, está evolucionando, madurando, y quizás lo más importante de todo: se está fragmentando.
Hacer asunciones amplias acerca de esta generación es un error, pues estamos hablando de un grupo que contiene un mix de personas que van desde aquellas que siguen recibiendo ayuda económica de sus padres hasta los que son padres ellos mismos, y en medio de esa polarización existen un sinfín más de diferenciaciones escondidas que afectan directamente las formas en las que consumen no solo contenido, sino todo lo demás también.
Ciudadanos del mundo offline y online
La percepción del mundo de esta generación y, por consecuencia, sus actitudes y formas de consumo, han sido moldeadas por dos tendencias globales principales: la globalización y la llegada de las redes sociales.
La globalización ha sido la que ha provocado que los millennials se consideren “ciudadanos del mundo” y que tengan un especial interés por contenido que toque temas como la diversidad y los derechos humanos. Esa globalización, acelerada por Internet, ha tenido una gran influencia en las creencias y actitudes de este segmento que se pueden ver reflejadas en sus preferencias.
Además, fueron ellos la primera generación que llegó a la edad adulta bajo el ojo vigilante de las redes sociales, parte de su identidad fue influenciada por esa búsqueda de equilibrio entre la personalidad que anunciaban en el entorno offline y el entorno Facebook, simultáneamente.
Los millennials sí leen
Si bien los millennials tienen un soft spot por el contenido de entretenimiento, mantienen una preferencia por el contenido que informe. Muestran un gran interés en el conocimiento y buscan contenido que les ayude a satisfacerlo.
Son todavía usuarios de la TV, pero al mismo tiempo son los que más consumen noticias de manera digital y que recurren a diversos dispositivos y piezas para corroborar la información recibida. Eso no quiere decir que desprecien el contenido de entretenimiento, al contrario, son la generación que vio a YouTube y Facebook nacer y pasan allí gran parte de sus días.
Los verdaderos influencers
Aunque hoy son los centennials los que están ocupando el spotlight en cuanto a contenido viral se refiere, los millennials son los que van pavimentando el camino, los que más influencia ejercen sobre otras generaciones — tanto mayores como menores.
Ellos también son tech-savvy y encabezan la lista de usuarios que utilizan herramientas para bloquear publicidad y contenido que les parezca intrusivo, una actitud que les han comenzado a copiar integrantes de la Gen X y también de la Generación Z.
Pusieron de moda el vídeo como formato de cabecera, aunque hayan sido los centennials los que lo han musicalizado, agregado hashtags y recortado a 15 segundos. Son los que empezaron la cultura de la cancelación, los que exigen transparencia y personalización en las experiencias que se les ofrecen, son críticos y escépticos con el contenido que consumen y exigen inclusión y diversidad tanto a los medios que publican como al contenido que publican.
Todas estas son actitudes que los caracterizan y que otras generaciones non-millennials han decidido adoptar y aplicar en sus propias formas y preferencias de consumo de contenido. Los centennials son los que innovan, pero son los millennials los que dictan las reglas del juego.
