La primera impresión es la que cuenta
Antes de entrar en los detalles del diseño de etiquetas, déjame decirte que las etiquetas son mucho más que simples trozos de papel pegados a un producto. Son la primera impresión que sentimos al estar frente a un producto. Si no te atraen de inmediato, es poco probable que quieras conocer más sobre lo que hay debajo. ¿Y quién quiere perderse algo genial solo porque la etiqueta no era llamativa?
Cuando vas en automático a hacer la compra al supermercado… ¿qué es lo primero que llama tu atención? ¡Exacto! El envase. El diseño de packaging es lo primero que verás y, como todos sabemos, la apariencia importa.
Cuando un diseñador de packaging se sienta a trabajar en un nuevo proyecto, tiene que considerar muchas cosas. ¿Cuál es la forma del envase? ¿Qué materiales se van a utilizar? ¿Cómo se va a abrir el producto? ¿Es fácil de transportar? Y, por supuesto, ¿cómo se va a ver esa etiqueta?
El packaging tiene que ser funcional, pero también estético. Y aquí es donde entra el juego el diseño gráfico: el arte de combinar imágenes, colores, tipografía y texto para crear una experiencia visual única.
Cuando diseño y packaging ‘hacen match’
El diseño etiquetas es uno de los momentos de unión entre el packaging y el diseño gráfico. Ambos mundos tienen que ponerse de acuerdo para lograr un producto funcional, estético y único. Lo que decidas, marcará la diferencia para bien o para mal ya que determinará la primera impresión que hablábamos hace un momento y hará que el consumidor decida comprar tu producto o el de la competencia.
Pongamos un ejemplo… eres diseñador y tienes que crear una etiqueta para una cerveza artesanal. El diseñador de packaging podría sugerir una botella de vidrio oscuro con una forma única. Esto afecta no solo la forma de la etiqueta, sino también los colores que se pueden usar. Por ejemplo, el vidrio oscuro puede requerir colores más vibrantes para destacar.
Luego, entra en escena el diseñador gráfico, quien se encargará de crear el logotipo de la cerveza, elegir la tipografía adecuada y diseñar los gráficos que adornarán la etiqueta. Aquí, la creatividad es clave. ¿Quieres que la etiqueta tenga un aspecto vintage? ¿O tal vez prefieres un diseño moderno y minimalista?
La importancia de la marca y del consumidor
Tenemos un tercero en discordia a la hora de diseñar etiquetas, el branding o identidad de marca. Cuando ves una etiqueta de Coca-Cola, ¿qué te viene a la mente? Probablemente, la palabra «refrescante» o la imagen de una botella helada. Eso es el poder de una marca fuerte.
El diseño de la etiqueta es una parte esencial de la construcción de una marca sólida. Debe ser coherente en todos los productos de la marca para que los consumidores la reconozcan instantáneamente.
Y no podemos olvidar que la experiencia del consumidor es clave. La etiqueta no es solo para atraer a los compradores, sino también para brindar información útil. ¿Cuáles son los ingredientes? ¿Cómo se usa el producto? ¿Cuánto dura?
Una etiqueta bien diseñada también debe ser funcional. Debe ser fácil de leer y de manipular. Nada arruina más la experiencia de un consumidor que una etiqueta que se rasga o que no se puede abrir.
Por todo ello, en el mundo del diseño de etiquetas, el diseño de packaging y el diseño gráfico son dos disciplinas inseparables. Juntos, dan vida a una etiqueta que atraerá a los consumidores y construirá una marca sólida.
4 ejemplos de diseño de etiquetas originales
1. Peinados originales de pasta Nikita
2. Leche de soja “Soy Mamelle”
3. Basik, la simplicidad del buen gusto
4. Jugando en las etiquetas de Finca de la Rica
La próxima vez que mires una etiqueta, recuerda que no es solo papel. Es el resultado de la creatividad, la estrategia y la pasión de los diseñadores que trabajan para hacer que el producto sea aún más atractivo.