Estrategias y objetivos de la economía circular
Todas estas son estrategias de diseño circular: La reutilización, el diseño modular, el diseño para la reparación, el diseño preventivo… todas y cada una son acciones concretas aplicadas desde el diseño, que permiten conseguir los objetivos clave de la economía circular:
- Evitar el consumo de recursos y conservar al máximo los existentes.
- Alargando la vida útil de los productos alargando su ciclo de vida.
- Cerrar el ciclo de vida a través de la elección adecuada de materiales y su correcta recuperación.
- Evitar la generación de residuos.
- Disminuir el impacto ambiental.
Ahora entonces igual te estás preguntando, si esto ya se hacía antes, ¿dónde está la innovación en el diseño circular actual y cómo lo estamos aplicando las diseñadoras y diseñadores?
Actualmente hablamos de visión sistémica, lo cual incluye el rediseño de los modelos de negocio, el rediseño de productos y el rediseño de servicios (product-service-system). Hasta ahora, los modelos de consumo y de fabricación se han basado en modelos de negocio absolutamente lineales (producir, usar y tirar) y hoy en día, estos modelos están colgando de un hilo debido a su gran dependencia de mercados globalizados y de materias primas que escasean (¿sabías que hay más oro en los vertederos y en nuestros móviles que en las minas?).
Si a esto le sumamos hábitos de sobreconsumo y el alto crecimiento de población humana, nos encontramos con que, por ejemplo, este año, a 12 de mayo, España había agotado todos los recursos destinados para su población para todo el 2023.
El diseño circular plantea abordar estos retos para precisamente, evitar el agotamiento de recursos analizando e innovando en lo que llamamos cadenas de valor.
Como en cualquier método de diseño, el diseño circular incluye las 4 grandes fases, normalmente vinculadas al Doble Diamond (British Design Council en 2005): analizar, identificar, idear/repensar e implementar.
Con todo ello, como diseñadoras y diseñadores tenemos que poner gran esfuerzo en la parte de ideación para ser capaces de innovar y repensar qué modelos de negocio podemos generar que puedan proporcionar las soluciones a las necesidades de la ciudadanía, pero que no impliquen sacrificar la sostenibilidad del planeta.
Para ello, es fundamental no olvidarnos de hacer una investigación completa que abarque metodologías que incluyan a los usuarios y usuarias: diseño participativo o user-centered design, con el objetivo de poder conocer, comprender y entender los nuevos contextos y necesidades.
Es aquí donde, a través de una buena capacidad analítica, podremos detectar oportunidades de mejora, y a través de una capacidad creativa, tendremos la capacidad de innovar y crear soluciones que traigan un valor añadido al mercado.
Por ejemplo, hoy en día la vida reside principalmente en las ciudades, en las cuales hay una gran movilidad por la inestabilidad en la situación de vivienda, esto implica mudanzas constantes, una persona en esta situación necesita comodidad y versatilidad en su mobiliario y posiblemente también en su medio de transporte, así han nacido soluciones como las motos y bicis compartidas, empresas de alquiler y de segunda mano de ropa o mobiliario.
Nuestra responsabilidad como ciudadanos y como diseñadoras y diseñadores:
Como parte de la ciudadanía tenemos grandes responsabilidades a la hora de elegir qué y cómo lo consumimos dado que de esta manera podemos modelar la oferta y demanda del mercado, pero durante las ocho horas al día que trabajamos, podemos llegar a tener mucha más responsabilidad como diseñadoras y diseñadores en las empresas, organizaciones y sistemas públicos (Según la Unión Europea, un 80% del impacto ambiental de un producto se determina en la fase de diseño).
Cualquier decisión que implique una aplicación directa en el producto o servicio que ponemos a disposición de la ciudadanía, conlleva un impacto medioambiental y social.
Tomar decisiones responsables que no sacrifiquen las generaciones futuras es aplicar sostenibilidad. Repensar en los modelos productivos y de consumo para minimizar al máximo los recursos que se necesitan y conseguir reintroducir los utilizados, de nuevo, en tu propia cadena de valor o en la de otra empresa, es aplicar diseño circular.
Agentes clave impulsores de la idea de diseño circular como son la Ellen Mc Arthur Foundation o IDEO, lo definen como la capacidad de repensar desde el inicio para conservar la materia prima y proporcionar ciclos de vida regenerativos que no supongan un impacto negativo para el futuro.
Personalmente, cuando hablo de diseño circular, me gusta incluir las palabras “reducir” y “optimizar” principalmente por dos motivos:
Uno, porque con la capacidad creativa e imaginativa de perfiles de diseñadores y diseñadoras, es viable imaginarse soluciones de manera ágil que impliquen reducir los recursos que se utilizan para proponer soluciones.
Dos, porque cuando hablas de optimizar, a las empresas se les abren los ojos pensando que tendrá un beneficio económico, lo cual es totalmente cierto, pero lo mejor es que te permite captar su atención, así como alinear departamentos, y esto es absolutamente necesario para empezar a implementar cambios que disminuyan el impacto ambiental.