El Food Design ha crecido a lo largo de los últimos años y ha llegado para quedarse
‘Food Design’ es un área de conocimiento relativamente nueva en el campo del diseño que cuenta con infinitas definiciones, todas óptimas y válidas, aunque todavía poco consensuadas y concretas. Cada vez más diseñadores y diseñadoras se dedican a esta disciplina para reflexionar en torno a la alimentación y el diseño con el objetivo de repensar y rediseñar el acto de comer.
Qué comemos, de dónde procede, cómo se ha producido o cultivado, cómo lo comemos, dónde lo comemos, con qué comemos, con quién comemos, cómo y dónde compramos los alimentos, cómo los transportamos, y un largo etcétera.
Economía circular: del campo a la mesa, de la mesa al campo
Si tenemos en consideración que el diseño ha variado su enfoque pasando de estar centrado en el objeto a ser entendido como un servicio a la sociedad, veremos que, en esta línea, el ‘Food Design’ analiza toda la cadena de alimentación de un modo inclusivo y es, en consecuencia, un agente de cambio.
Es decir, es la herramienta transdisciplinar que une diseño y gastronomía y actúa con el objetivo de generar reflexión y acción para mejorar el sistema de alimentación y ayudar a la industria, a la sociedad, al planeta y sobre todo a nosotros mismos.
Sencillo, ¿verdad? La intervención del ‘Food Design’ existe en todas las etapas del sistema alimentario, partiendo del sistema agrícola donde ayuda diseñando servicios que mejoren o faciliten los cultivos, la maquinaria que se utiliza, el modo de recolectar y de procesar. Interviene en los transportes, en los contenedores, en los expositores y en los ‘packagings’.
Modifica el modo en que comemos en función de la forma en que se haya diseñado el alimento. Reutiliza los residuos para generar menor cantidad de desecho y recicla el resto para retornarlo a la tierra. En definitiva, economía circular. Del campo a la mesa y otra vez al campo.
Honey and Bunny (Sonja Stumber y Martin Hablester)s , Sonia Massari, Marije Vogelzang, Francesca Zampollo o Martí Guixé son reconocidos ‘Food Designers’ de prestigio internacional que trabajan para posicionar el ‘Food Design’ como agente de cambio activo en la lucha por un mundo mejor.
Todos ellos han iniciado el camino al que se han sumado diseñadores que han realizado proyectos que cambian el panorama global. Un ejemplo es la Alumni de Elisava Laura Gispert con su proyecto Voilà @voilabio.
Partiendo de su Trabajo de Fin de Grado en diseño gráfico, Laura diseñó una nueva marca de cubiertos comestibles y compostables, ecológicos y respetuosos con el medio ambiente. Usar y tirar pasa a ser usar y comer. Este proyecto evita el uso de millones de cubiertos de plástico o madera y reduce la contaminación substancialmente. Y ya está en marcha.
Otro proyecto interesante es FORK, Food Design for Opportunities, Research and Knowledge, una start-up sin ánimo de lucro que demuestra cómo el ‘Food Design’ es un agente de cambio. Funciona como una plataforma para unir diseño y gastronomía con la industria alimentaria y la investigación académica con el fin de crear alianzas entre proyectos e instituciones. @theforkorganization
Podemos entonces entender qué hace el ‘Food Designer’. Es una persona que participa en el desarrollo de proyectos relacionados con toda la cadena alimentaria. Puede actuar en solitario o participar en empresas como miembro del equipo interno, asesorando en la creación de nuevos proyectos o en la revisión de elementos existentes para que sean sostenibles y adecuados para nosotros y para nuestro planeta. Visto así tal vez sea más fácil de entender.