Espacios de trabajo mixtos, la muerte del coworking

Jun 16, 2021 por Ariadna Rousaud

Los espacios híbridos son un nuevo arquetipo de locales transversales que habilitan zonas de trabajo lo que permitirá trabajar desde múltiples lugares.

espacios de trabajo

24h Party People

Poco antes de la llegada de la pandemia, el modelo tradicional de oficina se vio desplazado por los flamantes coworkings, un nuevo paradigma que se presentaba casi como un club social. Autónomos y pymes encontraron allí el lugar perfecto para asentar su campo base.

Sobre el papel, tenían un entorno idílico. La mayoría estaban proyectados por renombrados interioristas y la oferta lúdica superaba la de PortAventura. Se mostraban como un nuevo y mejor formato para trabajar, reinado por el buenrollismo y las ‘amenities’.

Algunos contaban con gimnasio, piscina con vistas a Barcelona, futbolín de RS Barcelona, liguilla de fútbol y networking, mucho networking. Tenían demasiado cachondeo. Hablo por experiencia propia. En WeWork, la happy hour era espantosa. Música a todo trapo, ganchitos baratos, birra aguada y, en ocasiones, tequila. Daba la sensación de que lo de menos era trabajar. Los guiris verbeneros estaban encantados con ese plan y ligaban más que en la Isla de las Tentaciones; pero a mí, francamente, me parecía un martirio.

Paralelamente, los autónomos desamparados, que no podían permitirse el coste de un coworking chupi guay, tecleaban tranquilamente desde una esquina del Buenas Migas o la biblioteca del barrio. Sin saberlo, estaban sembrando la semilla de la hibridación. Unos trendsetters de manual.

We want it all

Tras unos meses de parón global, este 2021 se perfila como el nuevo año cero. Suena muy peliculero, pero es evidente que nada volverá a ser como en tiempos prepandémicos. Hemos saboreado la miel de trabajar en pantuflas y ahora ya no apetece tanto reincorporarse a oficinas y coworkings. Sin embargo, por otro lado, la falta de infraestructura ‘oficinera’ del salón de casa y la soledad también nos provoca cierta nostalgia.

En un estudio realizado por la compañía de mobiliario de oficina Actiu, el 73% de los encuestados prefería volver a su entorno de trabajo en la empresa, aunque teletrabajando algún día a la semana. En otro estudio de la consultora PriceWaterhouseCoopers, 6 de cada 10 afirmaron que quieren teletrabajar de 2 a 3 días a la semana.

Es decir, nos va el remoto, pero solo una puntita. Picotear un poquito aquí, y otro ahí. Lo queremos todo. Y ese todo se llama (redoble de tambores): modelo híbrido.

Actiu, espacios híbridos
Actiu, espacios híbridos

Ni carn, ni peix

De la misma manera que los nuevos vehículos híbridos funcionan con motor eléctrico, pero incluyen otro de combustión (no vaya a ser que te quedes tirado en medio de la nada), los “espacios híbridos” ofrecen este “mig-mig”. No son oficinas convencionales. Tampoco son coworkings, muchos de los cuales ya han entrado en quiebra.

Los espacios híbridos son un nuevo arquetipo de locales transversales que habilitan zonas de trabajo. Cuentan con sillas ergonómicas, buena conexión wifi, áreas distendidas para reunirse en plan moderno y gente. Rostros. Es importante ver rostros alrededor.

El tiempo en el que las oficinas eran solo oficinas, los hogares solo hogares y las tiendas solo tiendas, se ha acabado. Ahora se lleva el mix and match, locales donde se mezclan los usos de manera flexible.

Un ejemplo claro es la nueva y pomposa Casa Seat. Si consigues superar el corte que da cruzar sus puertas, dentro encontrarás varias mesas para trabajar. El lugar parece estupendo: wifi, entorno inspirador (rodeado de Dippings), céntrico, social y aparentemente gratis. Vamos, una estaca para los coworkings.

Casa Seat
Casa Seat

Más: los hoteles. El sector está fiambre y necesita reinventarse. Algunos lo intentan programando actividades culturales en sus lobbys, o markets en sus terrazas. ‘Peanuts’. Los listos han visto que adaptar zonas de trabajo, no solo para clientes, puede ser parte de la solución. Al fin y al cabo, uno acaba consumiendo, ni que sea por empatía.

Los bares, ¡qué lugares!, son otra alternativa. Las nuevas cafeterías saben que añadir buena conexión y sillas cómodas al menú sale rentable. Eso, siempre y cuando el teletrabajador en cuestión no se tome solo “a relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor” durante ocho horas.

Combinaciones peligrosas

El teletrabajo significa un ahorro suculento para los empresarios, que ya están contando cual Tío Gilito el dinerito que se ahorrarán en suministros y oficinas más pequeñas. Si a esto le sumamos que trabajar en remoto aumenta la productividad, los espacios híbridos apuntan a convertirse en nuestra nueva oficina.

A partir de este año cero, el trabajo ya no estará asociado a una única ubicación, sino a un ecosistema de localizaciones que permitirá trabajar desde múltiples lugares.

Desde lejos, la idea suena estupenda. Solo le falta la sombrillita en el cóctel. Pero alerta con tanto mézclum. Si rebasamos las fronteras físicas entre trabajo y vida personal, acabaremos por no distinguir -ni disfrutar- ninguno de ellos. Hagamos el favor. La privacidad es intocable.

Ariadna Rousaud

Periodista especializada en diseño, arquitectura e interiorismo y colaboradora de SHIFTA.

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