¿Y por dónde inicio?
Actividades cotidianas como salir a caminar, mirar a través de una ventana o de un balcón pueden ser oportunidades para realizar fotografías. Podríamos plantearnos el siguiente propósito: fotografiar cualquier cosa que capte nuestra atención por más de tres segundos. Con esta premisa en mente, empezaremos a ser más conscientes de lo que vemos y cuánta atención le ponemos a lo que nos rodea, a la dinámica que se gesta en nuestro entorno.
Otra actividad para poner en práctica es reflexionar y meditar sobre la manera en la que nos sentimos al observar el exterior. Tratemos de analizar cuáles sentimientos surgen dentro de nosotros y pongámosles nombre. De este ejercicio podrían salir ideas abstractas para crear fotografías más conceptuales. Permitámonos sentir y dejémonos llevar más por los sentimientos que surgen en nuestro interior.
La inspiración
¿De dónde consigo la inspiración?
Puede llegar en cualquier momento o podemos ir a buscarla por nuestra propia cuenta. Al rodearnos de otros fotógrafos, ver sus trabajos y analizar sus temas, podremos encontrar ramas motivos e ideas que, tal vez, sean desconocidas para nosotros. Investigar sobre el arte en general, en todas sus formas de expresión, nos abrirá el espectro hacia nuevos horizontes y ampliará nuestra imaginación y nuestro conocimiento.
Pienso que la inspiración está muy ligada a los sentidos y a las emociones. Estimulemos nuestros sentidos para absorber todo el mundo de inspiración que está disponible a nuestro alrededor y dejemos que afloren, desde nuestro interior, las emociones más profundas. Usemos esta inspiración para crear fotografías que sean únicas e irrepetibles, porque están ligadas a lo más íntimo de nuestro ser.
La creación
Una persona que admiro mucho da el siguiente ejemplo con respecto a la creación artística. Pensemos en una llave de agua que ha estado en desuso. Al abrirla, el agua que sale es oscura y trae suciedad. Si se mantiene abierta, eventualmente el agua empezará a salir clara y limpia. De la misma manera, pasa cuando creamos fotografías. Las primeras imágenes que tomamos puede que no nos gusten. Sin embargo, si seguimos creando fotos, con el tiempo empezaremos a hacer imágenes de mejor calidad y que sean de nuestro agrado.
Tampoco se trata de crear solo por crear. Es más bien crear porque nos nace, por un deseo interno de externar un sentimiento. Debe sentirse como algo natural, libre de juicios. Mantén la llave de tu fotografía siempre abierta, deja que fluya y repítete a ti mismo: fotografía, siempre fotografía.