La inteligencia artificial en el diseño de servicios

Jul 26, 2023 por Paula Vega

El diseño de servicios es la disciplina centrada en crear las mejores experiencias posibles para los clientes, sin importar el medio en el que se encuentren, digital o físico.

Este proceso de búsqueda de soluciones innovadoras va más allá del producto, y se enfoca en convertir cada interacción con un servicio en algo mágico y diferenciador para el cliente.

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Incorporación de la inteligencia artificial en el diseño

En el último año, la inteligencia artificial ha adquirido un papel fundamental en nuestras vidas y, como diseñadores, hemos incorporado herramientas como Chat GPT, que permite mantener conversaciones naturales, DALL·E 2MidjourneyCanvaAdobe Firefly, herramientas de inteligencia artificial que crean imágenes realistas a partir de descripciones de texto, o herramientas para convertir texto en vídeo como Pictory o Invidio.

Todas estas herramientas se han convertido en valiosos aliados para los diseñadores, por acelerar los procesos, hacerlos más eficientes y dotarlos de nuevas fuentes de inspiración.

Herramientas de IA para investigar

En la última edición del Máster de Diseño de Producto y Servicios hemos introducido por primera vez herramientas de inteligencia artificial generativa. Los alumnos, de manera natural, comenzaron a utilizar Chat GPT y otras IAs conversacionales para la investigación de tendencias, recabaron datos sobre el reto a resolver y fueron capaces, de forma muy ágil, de acceder a distintos tipos de fuentes. En este proceso, fue clave entender el comportamiento de la herramienta y la actualidad de los datos mediante la consulta de noticias y otras fuentes.

Durante la fase de investigación con usuarios, los alumnos se apoyaron de este tipo de herramientas para redactar guíasidentificar arquetipos de perfiles o planificar el trabajo de campo.

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Inspiración y prototipado con Inteligencia Artificial

Para la ideación y conceptualización se valieron de la inteligencia artificial como fuente de inspiración y definición, lo cual les permitió aterrizar soluciones de manera muy eficaz. El prototipado fue realmente ágil, en una semana, gracias al apoyo de herramientas como DALL·E 2, Canva o Midjourney, se visualizaron conceptos, y combinando estas herramientas con otras de diseño, tanto digitales como analógicas, pudieron testar sus servicios de forma muy ágil y tangible para los potenciales usuarios.

Sin embargo, diseñar significa resolver problemas para otras personas y las personas se comportan de forma muy diversa en contextos inesperados, como es al interactuar con soluciones innovadoras. Las IA están basadas en datos históricos, en experiencias pasadas, por lo que no podemos asegurar cómo se comportarán las personas y cuáles serán sus motivaciones al interactuar con los servicios que diseñemos.

La empatía hacia las personas a las que nos dirigimos es una parte esencial del diseño y es por eso que, el diseñador necesita observar a los futuros usuarios o actores involucrados en el servicio, necesita hablar con ellos y profundizar en el entendimiento de su comportamiento y las motivaciones y frustraciones que tendrán al interactuar con nuestro servicio.

El valor humano en el proceso de creación

El proceso creativo introduce, a su vez, dinámicas de co-creación, sesiones en las que distintas personas (perfiles, clientes, o stakeholders) con distintas experiencias conceptualizan soluciones de forma conjunta. La esencia de esos procesos co-creativos es la diversidad de puntos de vista y experiencias personales, como el haber visitado una exposición en un museo, un viaje o el observar a nuestros hijos jugar; estas son situaciones que pueden ser desencadenantes de grandes ideas. Esa experiencia humana es esencial y necesaria y de momento no sustituible por ninguna inteligencia que no sea humana.

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Por eso, a pesar de que la inteligencia artificial se ha convertido en un gran aliado en eficiencia e inspiración en el proceso de diseño, es clave no olvidar que el factor humano es fundamental y que debemos confiar en nuestra propia mente, que está llena de matices y experiencias que una IA no puede reemplazar. Al integrar la inteligencia artificial con la empatía y conocimiento humano, podemos crear servicios excepcionales que realmente conecten con las necesidades y emociones de las personas que los utilizarán. La colaboración entre la inteligencia artificial y nuestra propia experiencia y conocimiento nos permitirá diseñar un futuro en el que la mejora en la vida de las personas y el planeta sea nuestra máxima prioridad.

Nota: Este artículo ha sido escrito con ayuda de inteligencia artificial, pero no ha sido escrito por una inteligencia artificial.

Paula Vega

Directora de Client Success en Propelland y docente del Máster en Diseño de Producto y Servicios de SHIFTA.

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