La virusalización de los contenidos

Mar 10, 2020 por Elisenda Codina

Hoy en día cualquier persona con acceso a internet es capaz de generar contenidos.

Navegamos por un mar infinito de bits. ¿Pero qué tipo de contenidos abundan? ¿Qué calidad tienen? ¿Son fiables?

El primer paso cuando una persona o una marca decide publicar online para potenciar su identidad o convertirse en autoridad es determinar de qué fuentes beberá, si son fiables. La no veracidad de los datos puede girarse en su contra y generar un sentimiento de desconfianza, además de asociar la marca a falsedad.

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Cómo combatir la ‘infoxicación’

Si bien el acceso inmediato a las fuentes de información es mucho más sencillo ahora que hace unos años, es difícil discernir qué fuentes son fiables a la hora de divulgar a través de las redes. Realizar un buen trabajo de investigación previo, contrastar la información, usar pensamiento crítico y sentido común, se vuelve indispensable. Algunas de ellas son: Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y Organización Mundial de la Salud, entre otros.

En este asalto a la enfermedad Covid-19 (virus SARS-cov-2), conocida por el famoso Coronavirus, parece que ganan el miedo y la desinformación (o información confusa o errónea) a la veracidad, serenidad y tranquilidad. Se ha creado una alarma global que escala a pánico y que tiene un impacto elevado en aspectos como la economía y la movilidad. Las bolsas de todo el mundo han registrado las peores pérdidas de la década y el precio del petróleo se encuentra en niveles muy bajos.

Casos de referencia en gestión de crisis

El posicionamiento de la persona-marca: periodístico, divulgador o de entretenimiento.

Un ejemplo de aplomo se puede apreciar en la crónica que nos regaló Lorenzo Milá desde Milán. Explicó con datos objetivos y veraces la situación en la que se encontraba la región del Norte de Italia. Su intervención fue muy aplaudida en redes sociales ya que fue un alegato a la tranquilidad. Él era consciente del alcance y difusión que suponía esta crónica, un ejercicio de buen periodismo -que todavía existe-.

Por otro lado, dos influencers vinculadas al mundo sanitario, @Lucíamipediatra y Boticaria García, divulgan a sus miles de seguidores de Instagram y en programas de televisión, contenido basado en fuentes oficiales, transmitiendo así datos contrastados para evitar la expansión del miedo.

En el lado contrario, en un formato canalla y basado en el entretenimiento, encontramos la recién creada cuenta de Twitter @CoronaVid19. Aquí es el humor fino y negro el que predomina en sus tuits. Se trata pues, de una cuenta para desdramatizar este fenómeno de alcance mundial. En pocos días ha alcanzado la cifra de 472k seguidores, un ascenso fulgurante.

Imagen extraída de la noticia “Stanford group wants to use your computer to help researchers study the coronavirus”
Imagen extraída de la noticia “Stanford group wants to use your computer to help researchers study the coronavirus”

Así que la importancia de una buena gestión de contenidos no recae solo en el qué y en el cómo lo contamos; también de donde proviene la información y de la veracidad de los datos. Y por supuesto de la calidad del relato. Finalmente, la estrategia de difusión será clave para el alcance y la autoridad de marca.

Vivimos en la sociedad de la información y el entretenimiento donde la ‘infoxicación’ se transmite rápido, como el virus, y puede llegar a nublar el sentido común. La desinformación y la ‘infoxicación’ se pueden convertir en enemigos tan grandes como el mismo virus.

Elisenda Codina

Especialista en e-learning y responsable académica en SHIFTA.

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