Licencias tipográficas: qué son y cómo usarlas

A veces pensamos en las tipos muy en función de su apariencia — cómo son las serifas, qué tamaño tienen las ascendientes, qué bonitas son las itálicas — y no en función de lo que realmente son: Software.

Para ser más específico, las tipografías digitales son software — archivos .ttf, .otf, .woff, .woff2 — capaces de renderizar un cierto texto con una cierta apariencia.

Cuando adquirimos una licencia de uso no estamos comprando una serifa, una a, un diseño itálico, pero sí la habilidad de usar ese software para generar algún texto con la apariencia de esa serifa, de esa a, de esa itálica. Compramos el derecho de uso del software capaz de generar la forma, no la forma en sí.

A estas licencias de uso las decimos “EULA”, se trata de un acrónimo en inglés que quiere decir Acuerdo de Licencia del Usuario Final (End-User License Agreement), y es un acuerdo entre tú y el dueño de la propiedad intelectual del archivo de fuente.

Leer el EULA es la única manera de asegurarte que conoces tus derechos y deberes en ese acuerdo porque cada fundidora y distribuidora tiene sus propias reglas. ¿Quieres saber quién puede usar el software de fuente, en cuáles condiciones, por cuanto tiempo, y de qué manera? ¿Quieres saber que te puede pasar si no respetas estas normas? Sólo el EULA tiene la respuesta

Hay algunos tipos diferentes de EULA, pero para ser breves los voy a explicar en detalle en otro artículo por separado.

Una pregunta frecuente cuando hablo del tema con mis alumnos en SHIFTA es sobre quién es el usuario final, es decir, quién debe ser el dueño de esa licencia. Para responder a esa pregunta debemos preguntarnos ¿Quién utiliza el software de fuentes para componer texto? Imaginamos dos escenarios donde las tipos se usan para hacer camisetas:

Has creado un diseño de una camiseta para un cliente. En ese diseño has utilizado el software de fuentes para componer unas palabras en un layout. Tu cliente recibe un PDF y los manda a imprimir.

Has creado una marca y definidas unas tipografías que tu cliente va a usar en su negocio de personalización de camisetas. Tu cliente implementa el software de fuente en su plataforma de personalización para permitir que quien compre la camiseta pueda personalizarla con algún texto.

En el Escenario 1 tu cliente no está utilizando el software de fuente, simplemente recibe las formas de letra ya compuestas en un layout, y no es capaz de generar nuevos textos con esa apariencia. El usuario final en este caso eres tú, por haber usado la tipo digital para generar ese texto. Esa licencia la compras tú, a tu nombre.

Pero en el Escenario 2 todo cambia: tu cliente depende del software de fuente para generar nuevos textos cada vez que alguien compra un producto personalizado. Sin el software, el texto no tendría la apariencia que tú indicaste cuando diseñaste la marca. En este caso tu cliente es el usuario final del software, y tu cliente es quien debe estar licenciado.

Ahora que hemos definido las partes básicas de una Licencia Tipográfica podemos definir una manera de actuar para todos nuestros futuros proyectos. Siguiendo este flujo de trabajo podrás evitar ir muy lejos en un proyecto solo para descubrir que finalmente no puedes usar una tipo de la que te has enamorado y te aseguras que tú y tu cliente no están en ningún riesgo legal.

Buscamos referentes y tipografías que nos gustan para el proyecto. Me gusta mucho usar a Fonts in Use para esa fase.

Probamos las tipografías en nuestros layouts: Quizás son tipos que están disponibles en Adobe Fonts e incluidas en nuestra suscripción al Creative Cloud. Quizás las hemos alquilado para uso temporal en Fontstand, o lo mejor de todo: son tipografías gratuitas solo para pruebas. Me gusta usar al Typefoundry Directory para buscar fundidoras que ofrecen licencias de prueba utilizando el filtro “Trial Fonts” en el menú superior.

Según los parámetros de nuestro proyecto definimos quién es el usuario final y cuál es el uso exacto que necesitará cubrir en su licencia. Recordad preguntaros: ¿Quién utilizará el software de fuentes para generar textos?

Sabiendo qué uso le vamos a dar a la tipo buscamos entender qué permisos hay en las licencias de nuestras tipos preseleccionadas y cuánto puede llegar a costar el uso que tenemos en mente. Si la tipo tiene una licencia muy restrictiva, o no te cabe en el presupuesto, es recomendable buscar una alternativa viable. Me gusta utilizar la sesión “Related Typefaces” en las páginas de fuentes de Fonts in Use para encontrar tipos parecidas.

Si la licencia cabe en nuestro presupuesto y cubre nuestras necesidades podemos contar con ella en el proyecto. Eso se presenta al cliente para aprobación.

Una vez que todo está aprobado es la hora de abrir la billetera y adquirir la licencia. Asegúrate de haber entendido muy bien los límites permitidos por la licencia que estás comprando y de que la licencia se haga a nombre del usuario final, ya seas tú o tu cliente.

Infelizmente no me alcanza el espacio para contaros sobre todas las licencias de uso que existen. Pero estad atentos que en mi siguiente artículo voy a explicar cuáles son las licencias de uso más comunes, que permisos te dan, y cómo se calculan.

Entraremos en todo tipo de detalles, donde explicaré cómo protegerse legalmente y cómo ahorrar mucho dinero, a la vez que subes el nivel de tu trabajo y apoyas a creadores/as independientes. ¿Suena interesante?