4 tipos de licencias tipográficas

En mi anterior artículo Licencias tipográficas: qué son y cómo usarlas expliqué qué eran las licencias de uso e hice una sugerencia de cómo trabajar con ellas, pero ahora quiero contaros todo sobre los diferentes tipos de licencias tipográficas que existen.

Antes de entrar en cada tipo de licencia he creado una tabla muy resumida que compara cómo suelen funcionar los cuatro tipos de licencia más comunes:

Es un resumen útil para guardar y consultar. A continuación, vamos a ver cada licencia tipográfica en detalle, veremos lo que tiene cada tipo de licencia desde la menos permisiva hasta la que más juego te da. ¿Me acompañas?

Amo las licencias de prueba por un motivo sencillo: ¡Son gratis! Bueno, al menos en el 99% de los casos. ¿Pero cómo funciona eso? El truco está en los permisos, porque ese tipo de licencias son muy restrictivas respecto a lo que podemos hacer con ellas. En general sólo se pueden usar para mock-ups, nunca de cara al público ni para ningún uso comercial.

Con ellas, los profesionales y estudios de diseño pueden acceder a tipografía de muy alta calidad antes de decidir si deben o no comprar una licencia de uso, que muchas veces son caras. Está genial porque viéndolas aplicadas a layouts reales queda muy fácil convencer a nuestros clientes a pagar por la licencia definitiva.

Para las fundidoras es deseable porque no pierden esa oportunidad, y para los estudios de diseño funciona porque nos ayuda a tomar una decisión informada sobre si una tipografía nos funciona o no. ¡Win-win!

Una pro-tip: Me gusta usar la Typefoundry Directory para buscar fundidoras que ofrecen licencias de prueba utilizando el filtro “Trial Fonts” en el menú superior.

Seguro que conocéis a esta, ya que es el tipo de licencia más común de todas, e infelizmente también es la más confusa. Primero quiero definir la palabra “plataforma”: Una plataforma es el entorno en donde el software de fuente va a ser utilizado.

Las licencias de plataforma única se pagan según la plataforma de instalación y no permiten el uso en ninguna otra plataforma. Las cuatro plataformas más comunes son:

• Instalación en desktops
• Uso en la web
• Uso en apps o e-books
• Uso en difusión, es decir, en la tele, el cine, en servicios de streaming y cosas de ese tipo. Aquí es donde empieza la confusión.

Como mencionaba anteriormente, cada fundidora tiene sus propias reglas y usa distintos indicadores para calcular el valor de las licencias, y a veces la misma fundidora tendrá unas reglas para licencias que vende en MyFonts y licencias que vende en su propia web.

¡Con las licencias de plataforma única hay que tener mucho cuidado! Existen dos peligros que quiero mencionar.

El uso en la web:

Con servicios como Font Radar es cada día más fácil identificar malos usos de tipografía en la web, y no pagar una licencia web te puede salir muy caro. Ni pienses en usar una licencia para Desktop en la web, que te van a encontrar y tendrás que pagar.

Lo que es peor, desde noviembre de 2022, ahora todas las licencias de uso en la Web vendidas en MyFonts son licencias que duran sólo un año. Antes podías pagar una vez y usar una tipo para siempre, ahora te quieren cobrar de manera recurrente. Otro motivo más por el que no recomiendo nunca usar MyFonts.

Aunque en un post de RRSS o un video en YouTube no pueda usar el software de tipo para generar texto vivo, hay fundidoras que te quieren cobrar a parte por el uso en esas plataformas. Son licencias tan restrictivas que te piden que pagues por separado por el uso en las redes. ¡Y cuantos más followers, más pagas!

En cuanto a streaming pasa lo mismo. Instalas una tipografía, generas unos títulos en After Effects y exportas un videoclip. Después de exportar el video ya no estás usando el software, pero hay fundidoras por ahí que cobran una licencia separada para que sus letras se vean en servicios de streaming. ¡Y cobran según el número de views de un vídeo!

A mí me parece bastante absurdo, y cuando veo una restricción así simplemente busco otra tipografía con una licencia mejor, no es muy difícil así que os recomiendo que hagáis lo mismo.

Mi tipo favorito de licencia es la Licencia Multi-Plataforma. Aquí pagas una vez y puedes usarla en (casi) todas las plataformas, ¡sin dolor de cabeza! Apenas tienes que ver los indicadores que la fundidora usa y adquirir la licencia con el tamaño indicado y ya estarías cubierto para Desktops, Web, App y e-books.

Hay fundidoras que cobran según métricas ya establecidas como número de ordenadores o visitantes activos mensuales a una web, pero más y más fundidoras han estado adoptando el modelo de calcular la licencia según el número de empleados de la empresa licenciadora. ¡Eso facilita nuestra vida porque solo tenemos que conocer una única métrica a la hora de pagar! En general esas licencias son perpetuas.

Solo un aviso: En general, el uso en servicios de difusión o incrustado a algún software se licencia por separado mismo en casos de licencia multiplataforma. Como siempre, hay que leer el EULA concreto de la tipografía que quieres usar.

Y fue justamente con una Licencia Multi-Plataformas que conseguí ahorrar 5.000€ anuales para mi cliente. Me explico: Como siempre hacemos en Vasava, yo hice un levantamiento de licencias de todas las tipografías que mi cliente quería usar. En ese proceso noté que una de ellas tenía una licencia de Plataforma Única muy restrictiva y que nos explotaba el presupuesto.

En primer lugar, esa fundidora te obliga a licenciar la familia tipográfica entera de no sé cuántos estilos, aunque mi cliente solo utilizaba un estilo: Regular. Ya empezamos mal. Para empeorar, la licencia Web y la Licencia App se vendían exclusivamente en MyFonts, que como ya expliqué, ahora sólo vende licencias anuales para esas dos plataformas. Todo junto significaba 300 euros por la licencia desktop de estilos que nunca se usarían, más 5.000 euros por año para el uso en Web y App.

Esa situación era insostenible, pero por estar atento pude encontrar cuatro alternativas de excelente procedencia con licencias perpetuas que valían entre 200 y 400€ en un pago único. Terminamos eligiendo una tipografía de una creadora independiente que, además de ser perfecta para el proyecto, nos brindó una licencia Multi-Plataforma súper fácil de entender y respetar.

Lo más permisivo para el final. Tipografías Open Source son casi siempre 100% gratis y no te imponen ningún límite, son fuentes gratuitas para uso comercial. Puedes usarlas en cualquier plataforma, instalarlas en cualquier entorno, modificarla desde una palabra hasta editar el propio software de fuentes, y puedes incluso hacer distribución de tus modificaciones. La única restricción es que si la vuelves a distribuir tienes siempre que hacerlo bajo la misma licencia Open Source.

¿Y dónde está el lado malo? Bueno, por ser tan asequibles también se usan un montón, y eso quiere decir que cuando queremos aportar diferenciación de mercado, o que nuestro proyecto se vea exclusivo o diferente, usar tipografías como estas no nos va a funcionar. Es muy difícil crear una marca que sea única cuando la tipografía que usas es de Google Fonts, ¡todo el mundo las está usando!

Igualmente, a veces una licencia así de buena es justo lo que necesitamos, ya que no todos los proyectos disponen de un presupuesto de tipografía. Aquí os dejo cinco webs para descargar tipografía OpenSource: Velvetyne, Omnibus Type, The League of Moveable Type, Open Foundry Y claro, Google Fonts.

Por cierto, no las hemos mencionado, pero también existen muchos otros tipos de licencias tipográficas como las licencias educacionales, licencias paga-lo-que-tu-elijas, licencias temporarias por alquiler, licencias para campañas políticas… ¡Las fundidoras se ponen bastante creativas!