Nikon FM2, Rosalía y Wallapop

Nov 07, 2023 por Rocío Madrid

Mis inicios en la fotografía analógica

Mi primer equipo analógico se lo compré a un fotógrafo local, dueño del mismo estudio donde me hicieron las fotos de comunión. Le compré una Nikon FM2, la última cámara que fabricó la marca japonesa libre de automatismos, junto con cinco objetivos por un total de cien euros. No entendía cómo tenía interés por esos hierros que consideraba una condena del pasado. Hablaba del formato digital como la gran bendición que había liberado al oficio y me asesoró, con cariño, que cambiase de camino.

Han pasado quince años, aún conservo la cámara y esos objetivos me acompañan en la mayoría de las sesiones que hago. No se me ha ido la curiosidad por descubrir que esconde la imagen latente y cada año hago más fotografías analógicas.

La revolución del formato digital y las nuevas tecnologías

Me dio mucha pena enterarme hace cinco años que el estudio de mis fotos de comunión cerró. Cuento esta anécdota porque en el 2008, aún estaba reciente la disrupción que provocó la entrada del formato digital en masa. No ha pasado tanto tiempo, pero la velocidad con la que se desarrolla la tecnología no nos da aliento para acoger una nueva disrupción que cambiará, a nivel global, los procesos creativos y la forma que tenemos de entender las imágenes: la temida y deseada Inteligencia Artificial.

Casi todas hemos tonteado ya con ChatGPT sin considerar la aclamada amenaza que supone para muchos oficios. Pero ¿realmente afecta esto al aceleramiento de la extinción de lo analógico? La inflación de la película fotográfica es del 3.52% desde el 2018, llevándose la palma Kodak. Los factores son la escasa producción, la subida de los precios del plástico y la plata y, por supuesto, que lo analógico es mainstream.

¿Quién no ha tirado una desechable en sus vacaciones? Seguro has tardado un año en revelarlas y cuando lo has hecho has visto que el revelado y escaneado se sale de tu presupuesto. O en cambio ha inoculado en ti el mosquito de la imagen latente y vas a quedarte sin llegar a fin de mes por esa cámara que has comprado por Wallapop. Quizás el hecho de seguir el proceso analógico, tendrá que ser una cuestión más ligada a la realización personal que a la profesional, esa idea del romanticismo de la imagen, de tener la sensación de que se construye a un ritmo genuino proveyendo al artista de cierto tipo de poder sobre el tiempo.

La autenticidad de la fotografía analógica

Lo analógico es la marca que ha diferenciado a muchos fotógrafos de la vieja escuela que se mantuvieron en la película como García Alix o los estadounidenses Alec Soth y Gregory Halpern, pero a principios de siglo era privilegio guardado a artistas reconocidos, un fotógrafo de bodas en el 2001 no dudaría ni un momento entre volverse a la secta del digital o derrumbar su cuarto oscuro.

García Alix y su Hasselblad customizada
García Alix y su Hasselblad customizada
Alec Soth retratando con una cámara de 8x10 (Gran Formato)
Alec Soth retratando con una cámara de 8x10 (Gran Formato)

Dando un salto hacia algo más reciente, las fotografías de Petra Collins o Molly Matalon se hicieron virales gracias a Tumblr, siendo ellas dos de las responsables de que lo analógico sea mainstream hoy, convirtiéndolas en dos artistas de referencia a nivel internacional.

Vemos que las imágenes que generamos, independientemente al proceso que las genere, terminan en los mismos canales que la fotografía móvil, pero nos diferenciamos con lo analógico por ese toque performativo que lo convierte en algo más auténtico. Exigen siempre algo que la IA hasta la fecha no ha conseguido; la presencia, lo corpóreo y el punto de vista humano que aún somos capaces de reconocer cuando estamos ante él.

Petra Collins
Petra Collins
Molly Matallon
Molly Matallon

El futuro de la fotografía con la Inteligencia Artificial

La Inteligencia Artificial aparece como una nueva herramienta creativa hiperacelerando y abarcando todos los procesos de producción artística. Hay que resignarse y asumir que eso: será una herramienta más con la que podremos contar si nos apetece y que a la par podemos seguir nuestro propio ritmo esperando treinta minutos en una cafetería hasta que se vayan los de la mesa de enfrente para conseguir la toma que buscamos.

Gregory Halpern
Gregory Halpern

Al igual que el descubrimiento de la fotografía liberó a la pintura, vamos a observar que surge en esta disrupción. El único temor debería estar enfocado al surgimiento de herramientas que piensen por nosotros, pero quizás este hecho también sea parte de la evolución. Si se extingue la fotografía analógica será por esta misma cadencia de la tecnología; ya no escribimos en papiros ni hay monjes copiando libros. ¿Por qué temer lo nuevo? No estamos compitiendo y además son conceptos distintos. Cada artista se caracterizará por su técnica y por lo obsesionado que esté con ella.

Nan Goldin, Mirror, Bangkok/Berlin/New York, 1991–2008, 2019
Nan Goldin, Mirror, Bangkok/Berlin/New York, 1991–2008, 2019

Cada vez delegaremos más a la IA pero ¿qué tiene que ver esto con la enfermedad de la fotografía analógica? Las que seguimos con lo analógico es porque hemos dado con el satori de la contemplación o por ser freaks de la técnica, pero en ambos casos coincidimos en la adrenalina que nos genera el acto del disparo por el hecho de jugársela, por ir a ciegas sin ver el resultado. Aquello que se escapa de tu control hace que te apegues más al medio.

Puede ser una tendencia perpetuada por un deseo de autenticidad en un mundo que por inercia se va volviendo como una pantalla, ideología vs tendencia, pero ¿por qué no aunar los dos conceptos y hacer algo bonito?

Rocío Madrid

Fotógrafa, alumni y mentora del Máster en Fotografía y Diseño de SHIFTA.

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