Creación y diseño de packaging de lujo
El diseño como punto de partida
Todo empieza con el diseño. Aquí es donde se decide casi todo. ¿Realmente necesita ese perfume un frasco de 400 gramos de vidrio, una caja dentro de otra caja y tres barnices distintos? El lujo puede seguir siendo emocionante sin ser excesivo. De hecho, en muchos casos, como todos hemos oído alguna vez: menos es más. Un diseño inteligente puede jugar con la simplicidad y el detalle para conseguir un efecto WOW sin desperdiciar recursos. Un gran ejemplo de esto es Loewe: una única forma de frasco para distintas fragancias, diferenciadas por color. Una solución lógica y atractiva.

Producción responsable: materiales y procesos
Luego viene la producción. Es el momento de elegir con qué materiales vamos a trabajar, qué procesos usaremos y con quién colaboraremos. Y aquí es donde muchas veces el sector premium podría mejorar su enfoque. Porque aún hay quien piensa que sostenibilidad y lujo no pueden convivir. Pero la realidad es que los papeles reciclados pueden ser igual de elegantes, que existen tintas vegetales que imprimen con una calidad extraordinaria, y que se puede prescindir de plásticos o metalizados imposibles de reciclar. La marca The Great Fusion ya están apostando por esta vía y no pierden su sofisticación.

Distribución y logística: impacto oculto
Distribución, otro punto clave del packaging de lujo. Un envase responsable no solo tiene que ser bonito, también tiene que ser práctico. ¿Te has parado a pensar en cuántos litros de CO₂ se generan solo por el transporte de envases sobredimensionados? Cuanto más compacto, ligero y apilable sea un diseño, menor será su huella ecológica. La belleza no tiene por qué ocupar tanto espacio.
Una experiencia de uso con segunda vida
Y qué decir de la experiencia de uso. Aquí es donde el lujo puede brillar con luz propia. Porque un envase bonito que, además, puede tener una segunda vida es un win-win absoluto. Cofres que se convierten en joyeros, frascos que se reutilizan como objetos decorativos, cajas que uno no quiere tirar jamás. Esto no solo sucede en el mundo del packaging premium, pero sí que suele ser más usual, ya que muchas veces se trabaja el envase casi como una pieza escultórica y no como un simple envoltorio. El lujo no es incompatible con la funcionalidad, al contrario, la amplifica.
Tratamiento de los envases
El reciclaje es el gran olvidado en muchos proyectos. Diseñar con la mente puesta en el final del camino debería ser obligatorio. Pero todavía nos encontramos con envases imposibles de separar, hechos con capas de materiales que no se pueden reciclar juntos. El futuro del packaging premium pasa por monomateriales, por sistemas que faciliten la separación, por pensar no solo en cómo entra el producto en manos del cliente, sino también en cómo saldrá de ellas. Esto me recuerda a una frase mencionada por varios profesores a lo largo del máster tan cierta como: Pensar que el packaging que estáis creando, al final de su vida va a ser desechado. Dicho en otras palabras: Estáis diseñando un envase para, más tarde, tirar a la basura.

Otro ejemplo de gestión responsable de recursos es Acqua di Parma, la marca italiana ofrece recargas de su fragancia Colonia en envases de aluminio 100% reciclado y reciclable, reflejando su compromiso con la sostenibilidad y la elegancia atemporal.

Cuando llega ese momento final, el tratamiento del envase debería ser lo más limpio posible. Compostable si puede ser. Reutilizable, sin duda. O al menos, fácil de valorizar energéticamente. Algunas marcas ya están innovando en este campo. Pola Apex, por ejemplo, utiliza inteligencia artificial no solo para personalizar el producto, sino también para crear diseños únicos y sostenibles. La clave: Un enfoque holístico desde el principio.

El packaging de lujo en la actualidad
Entonces, ¿está siendo el packaging de lujo verdaderamente sostenible hoy en día? La verdad es que aún no. Pero hay señales de cambio. Cada vez más estudios creativos y marcas se dan cuenta de que el lujo del futuro no solo se mide en brillo sino en conciencia. En impacto positivo. ¡En diseño inteligente!
Porque el verdadero lujo no está en tener más, sino en hacer mejor.