La informática física y el movimiento Maker
Durante décadas, aficionados entusiastas han estado trasteando en sus cobertizos, ideando alternativas caseras a la tecnología convencional. Cansados de que las grandes empresas utilizaran estrategias como la obsolescencia programada para explotar nuestros impulsos consumistas, estos inventores buscaban una forma de utilizar la tecnología para expresarse y divertirse. Con el tiempo, esto se conoció como el movimiento maker, y ha crecido en popularidad.
El movimiento maker puede considerarse una extensión de la cultura del bricolaje que hace hincapié en la incorporación de la tecnología. Con microcontroladores como el Arduino y ordenadores del tamaño de una tarjeta de crédito como el Raspberry Pi, la codificación, la construcción y el diseño con hardware se democratizaron.

Con el uso de sensores capaces de detectar una serie de propiedades físicas como la luz, el movimiento y la temperatura, los inventores pueden transformar cualquier objeto ordinario en un dispositivo sensor inteligente que interactúa con su entorno. Hoy en día, la aplicación de este ecosistema de sensores y microcontroladores programables se conoce como informática física.
Cómo empezar con el IoT
Puede ser útil pensar en el IoT como una aplicación particular y sofisticada de la tecnología de computación física. IoT se refiere específicamente al uso de ordenadores integrados en un entorno de red.
Muchos sistemas de IoT se denominan «inteligentes», que en realidad es un acrónimo de Specific (específico), Measurable (medible), Achievable (alcanzable), Relevant (relevante), Time-bound (limitado en el tiempo).
Por ejemplo, en el caso de un sistema inteligente de vigilancia del tráfico, los sensores recopilan información y activan automáticamente alertas para enviar avisos.
Esa alerta es interpretada por otro punto final del IoT, por ejemplo un mapa de navegación, que redirige automáticamente a todos los conductores para que puedan evitar la carretera afectada. El usuario recibe información del mapa, que en realidad forma parte de una red de sistemas -o cosas- interconectados.
Para alguien sin conocimientos de ingeniería puede resultar difícil ponerse manos a la obra. Precisamente por eso hemos creado Tekniverse, una plataforma integrada para diseñar proyectos de IoT. Tekniverse se compone de Bluebird, un microcontrolador con Bluetooth que incorpora sensores y salidas.
Bluebird se puede programar de forma inalámbrica utilizando Tekniverse Code Builder, un entorno de programación intuitivo y fácil de usar para principiantes. Por último, el Centro de Control es un panel de datos en el que se pueden ver los datos procedentes de los sensores en tiempo real y comparar varios dispositivos.

¿Qué tipo de proyectos puedes construir con Tekniverse? Puedes crear de todo, desde rastreadores de actividad personal hasta dispositivos domésticos inteligentes que responden a la luz ambiental. Code Builder viene integrado con una serie de interfaces de programación de aplicaciones (API), lo que te permite utilizar también datos en tiempo real sobre la Estación Espacial Internacional, terremotos y el tiempo.
El IoT en la educación superior
Al igual que las clases de plataformas de programación creativa como Scratch, p5.js y Max/MSP, los cursos de informática física e Internet de las cosas están ganando popularidad en varias instituciones de medios de comunicación y tecnología.
A menudo se imparten junto con tecnologías de fabricación digital como impresión 3D, CNC y corte por láser, y forman parte de un intento más amplio de explorar el papel de la computación en nuestro entorno construido, más allá de las pantallas de ordenador y los smartphones.
Los laboratorios interdisciplinares de Harvard, la Universidad de Nueva York y la Universidad Carnegie Mellon insisten en la importancia de la creatividad a la hora de diseñar los dispositivos inteligentes y conectados del futuro.
IoT para artistas, diseñadores y creativos
El Internet de las cosas es una forma concreta en que la tecnología está cerrando la brecha entre artistas y científicos. Es una dirección apasionante para los profesionales creativos, ya que muchas de sus habilidades actuales pueden ayudarles a imaginar interacciones novedosas en el mundo.
Hay muchos modelos de ideación o pensamiento de diseño que pueden llevar un concepto de principio a fin. Puedes utilizar un modelo de ideación sencillo como el que se muestra a continuación para articular el problema que intentas resolver.

En este juego al estilo Mad Libs, se establece una «misión» para el sistema que se intenta crear, por ejemplo un código secreto, y luego se rellenan los espacios en blanco para explorar posibles soluciones. El siguiente paso consiste en ir más allá con preguntas de reflexión que te ayuden a ampliar e iterar sobre tu idea. Algunos ejemplos de preguntas:
- ¿El sistema tiene retroalimentación?
- ¿Es necesario que los datos recorran una gran distancia?
- ¿Podría utilizarse a diario?
Dado que el IoT puede ocuparse a menudo de la recopilación y el análisis de datos a gran escala, no es necesario que implique una interacción humana deliberada. Sin embargo, la forma más gratificante de empezar a explorar su potencial es diseñar interacciones lúdicas y tangibles.
Más allá de la presencia humana, hay toda una serie de aplicaciones potenciales de el IoT en ámbitos de gran impacto como la vigilancia del medio ambiente, el transporte y la salud. Los diseñadores y tecnólogos creativos pueden ofrecer soluciones novedosas e imaginativas para estos sistemas utilizando sus habilidades de pensamiento crítico.