Diseñar para el bienestar y la sostenibilidad

Feb 27, 2025 por Margo Pérez

Más allá de la estética

El legado de Mies van der Rohe es innegable en la Casa Farnsworth, un ícono del diseño y claro inspirador en la arquitectura contemporánea. Sin embargo, más allá de sus innovadoras ideas y su impacto estético, la experiencia emocional de quienes la habitaron revela una realidad menos idílica. Edith Farnsworth, su propietaria, confesó que nunca llegó a sentirse realmente a gusto en su propio hogar.

Esto nos lleva a una reflexión fundamental: la habitabilidad de un espacio debe priorizar el bienestar físico y emocional de quienes lo ocupan.

Diseño centrado en las personas

El diseño de interiores no debe centrarse solo en la estética o la funcionalidad, sino en su impacto en las personas. Quienes habitan un espacio deben ser el centro del proceso creativo.

Comprender sus gustos, necesidades y actividades es clave para diseñar con propósito. Un espacio bien concebido no solo mejora la experiencia cotidiana, sino que también fomenta hábitos saludables, eleva el estado de ánimo y potencia el bienestar.

¿Qué hace que un espacio sea realmente habitable y saludable?

La creación de ambientes que promuevan la salud y la seguridad, deben ser refugio, espacios que brinden protección y confort.

Esto es especialmente importante no solo en hogares, sino también en oficinas, escuelas y hospitales, donde las personas pasan una parte significativa de su tiempo, que se conviertan en espacios saludables, que sumen y no resten energía.

Materiales no nocivos

Seleccionar materiales naturales reduce la exposición a compuestos orgánicos volátiles que pueden afectar la salud respiratoria.

Priorizar biomateriales en la construcción, dejándolos en su estado natural. Así como optar por mobiliario sin barnices, ni pinturas.

Esta elección debe complementarse con un mantenimiento saludable del espacio, evitando productos de limpieza convencionales que pueden causar irritación ocular y respiratoria, dolores de cabeza, fatiga y otros efectos adversos en la salud.

Ventilación y calidad del aire

Es fundamental prestar atención a factores como la temperatura, la humedad y la velocidad del aire en movimiento.

  • Priorizar soluciones naturales como la ventilación cruzada sobre sistemas artificiales de climatización, los cuales pueden afectar la salud. Un diseño con entradas de aire adecuadas favorece la eliminación de contaminantes y mejora la regulación térmica.
  • Una temperatura ambiente adecuada sería entre 20 y 22 ºC. Un ambiente caluroso causa fatiga y deshidratación, mientras que el frío debilita el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias.
  • Mantener la humedad relativa en torno al 50% previene moho, ácaros y alérgenos, reduciendo el riesgo de asma y alergias. La humedad excesiva favorece microorganismos que liberan esporas perjudiciales para la salud. Mientas que la baja humedad reseca las vías respiratorias y aumenta el riesgo de infecciones y síntomas asmáticos.

Ergonomía y confort

La altura del mobiliario teniendo en cuenta a las personas que habitaran el espacio, el tipo de suelo y la disposición de los elementos deben contribuir al bienestar postural y físico.

Sensaciones multisensoriales

La iluminación natural, el control del ruido, los aromas agradables y el uso de mensajes positivos en la decoración pueden generar una sensación de armonía y bienestar.

Contaminación electromagnética

Proviene de dispositivos electrónicos, redes inalámbricas y sistemas eléctricos, afectando el descanso y la concentración.

Para reducir su impacto, es clave minimizar la exposición en zonas de relajación mediante suelos conductores, como porcelánicos disipativos, y el uso de materiales que bloqueen o disipen campos electromagnéticos, como pinturas con grafito, cortinas con fibras metálicas y mallas de apantallamiento en paredes.

Apagar dispositivos por la noche y alejar routers de las áreas de descanso también contribuye a un ambiente más saludable y libre de radiación innecesaria.

Entorno natural

Fomentar la conexión con la naturaleza a través de la biofilia mejora el bienestar y la calidad del espacio. La vegetación interior purifica el aire y mejora la calidad ambiental. Especialmente la sansevieria, el poto, la palma de bambú y el lirio de paz, que filtran toxinas y mejoran la calidad ambiental.

Enfoque integral

El diseño de espacios saludables y sostenibles no es una tendencia, sino una necesidad.

Comprender cómo funciona el cuerpo humano y qué necesita para mantenerse en equilibrio es esencial para crear entornos que no solo sean funcionales y estéticamente agradables, sino que también promuevan estilos de vida conscientes y respetuosos. Espacios flexibles, versátiles y duraderos, capaces de adaptarse a los cambios en la sociedad y en los estilos de vida.

La verdadera habitabilidad de un espacio radica en un diseño consciente, donde cada elemento favorezca el bienestar físico y emocional de quienes lo habitan. Priorizar a las personas para crear entornos que no solo se disfruten, sino que inviten a quedarse.

Margo Pérez

Product Marketing Manager y mentora del Máster en Diseño de Interiores de SHIFTA.

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