Branding y autenticidad

Ago 12, 2019 por Marius Sala

La autenticidad

Ser auténtico es mostrarse tal como se es, aun sabiendo que a algunos no les guste y no te acepten. Esta es la gran dicotomía del branding. ¿Quiero llegar al máximo público posible o quiero mantenerme fiel a mi “auténtica” cuota de mercado y sacrificar así el crecimiento?

Incluso con las influencias contextuales que recibimos constantemente y la general falta de interés cultural se hace difícil que nosotros mismos seamos auténticos. ¿Cuánta gente conocemos que podríamos definir como auténtica? Seguramente muy pocos. Incluso nosotros mismos, si hacemos autocrítica, nos sorprenderíamos de cuánto actuamos en base a lo que está de moda o como reflejo mimético de nuestro entorno.

branding autentico

El branding como personalidad de la marca en todos sus ámbitos, desde la apariencia hasta la actitud, pasando por su personalidad, no deja de ser algo orgánico y muy ligado a nosotros mismos.

Se podría decir que el branding somos nosotros. Nos identificamos o nos queremos identificar con un estilo de vida en concreto. Puede ser aspiracional (desear ser, desear tener) o afín (coherente con lo que realmente somos, el ser) para así formar parte de nuestra identidad.

Sin embargo, es una disciplina relativamente reciente cuyo foco va más allá de la marca. Somos nosotros, las personas. Aunque las marcas hace mucho que existen, casi desde que el ser humano tiene uso de razón e intenta “marcar” sus pertenencias, el branding como tal es fruto de ese diálogo establecido con las nuevas tecnologías, entre la marca y su público objetivo. El branding es algo vivo. Si no es así, tiende a morir y por consiguiente a desaparecer.

Photo by Kristina Flour on Unsplash
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Llegados a este punto, en el que se podría vincular persona y branding, nos encontramos ante la misma problemática: ¿cómo ser auténtico hoy en día?

Si echamos rápidamente una ojeada al comportamiento de las marcas podemos entrever que las grandes, las que son esclavas de una herencia de una comunicación unidireccional de otros tiempos, luchan por su credibilidad sincera, no artificial.

Precisamente la aparición de internet como medio de comunicación entre el medio y el individuo, y el acceso casi en tiempo real de la información contrastada hace que cualquier ente público esté expuesto a la evaluación constante y sea más difícil crear una historia que no sea verídica. Si apuestas o te alineas con algo debe ser íntegro, auténtico.

Así pues, este constante control de actitud frente a la marca, hace que las marcas “nicho” sean aquellas que lo tienen más fácil para ser auténticas. Son las que apuestan y arriesgan por algo en lo que realmente creen y que, gracias de nuevo a la tecnología, lo pueden llevar a cabo de una manera satisfactoria y absoluta.

Photo by Kristian Egelund on Unsplash
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Es entonces cuando se crea esa conexión mágica, casi de pareja, entre la marca deseada — aquella que nos da lo que estamos buscando — y nosotros, los que queremos realizar nuestra “propia” identidad.

Es este el gran reto de las grandes marcas, sobre todo las marcas multinacionales. El objetivo de la actividad comercial, el generar beneficio económico al precio que sea, está reñido con los intereses y la propia saturación del contexto mundial.

¿Qué es más importante: vender o tener éxito? ¿Aumentar el ego individual en base al “tener” o fomentar la integración colectiva y solidaria en base al “ser”?

Los intereses políticos y económicos, la inercia que lleva la sociedad, incluidos nosotros mismos, hacen que actuemos egoístamente y no nos paremos a pensar en los demás.

Las nuevas actitudes son un posible punto de inflexión de este cambio de paradigma. Y las marcas más avanzadas serán las realmente auténticas, aquellas que son sinceras. Aquellas que triunfen.

De todas formas: ¿es la misma esencia del ser humano la de progresar, evolucionar, la que permitirá que sean auténticas por mucho tiempo o es también una discusión “trendy” que pasará de moda cuando ya estemos cansados de hablar demasiado de ella?

Marius Sala

Director de arte y creativo, especializado en branding & retail concept developments, y colabroador de SHIFTA.

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