Olivio, un proyecto del Máster en Retail Design

Oct 04, 2024 por Zaraida Gil

Recuerdo no hace tanto, el otro día, lo que como española se traduce en hace cinco años para arriba, cuando mi vida era tan ajetreada que no me daba la vida para hacer la compra, tenía la mente en mil cosas como para planificar el menú de la semana y del tiempo para cocinar ni hablamos…

Comer bien del todo del todo, confesaré que no comía. Las opciones en mi barrio, he de decir que una zona bastante céntrica de Barcelona, en cuanto a comida saludable eran limitadas. Un local de maxi hamburguesas, no es un decir, tenían el tamaño de mi cara. Un sitio muy de barrio donde todos los pinchos tenían su pan y su buena dosis de aceite antes de que costase lo mismo que la colonia. Una cadena de sushi que tenía de pescado fresco lo que yo de capacidad para ir al tema en cuestión que en realidad nos ocupa, o sea nada. El caso es que ahora se cuida mucho más la salud, en global, mental y física. Creo que es obvio que están ligadas.

Yo era relativamente feliz comiendo nachos con queso y chili día sí y día también, hasta que tuve colesterol y eso me creó cierta ansiedad. No entraba en mis planes con menos de 30, lo veía muy para gente de otra edad, para mi yo del futuro. El acceso a la comida saludable y de proximidad se me antojaba complicado por la escasez de opciones. ¿Pero os habéis fijado en que hace ya un par de años, han proliferado por toda la ciudad locales con una oferta mucho más equilibrada pero sin renunciar a lo sabroso? Yo sí. Y ya no tengo colesterol.

Sobre esto, nuestra alumna del Máster en Retail Desing y Hospitality Marina Martín Fernández sabe, y mucho. En su Trabajo Final titulado “Olivio” nos propone una tapería mediterránea que hubiese cumplido con todas mis fantasías cuando buscaba algo bueno, saludable y económico. Si llega a ser por ella no hubiese tenido que tomar Danacol y recibir las burlas de mis amigos.

Un restaurante que combina nutrición y medioambiente

Su buyer persona son adultos jóvenes y de mediana edad, he de asumir que yo ya estaría en el segundo grupo, personas ocupadas -levantad la mano-, conscientes de la nutrición y el medio ambiente que busquen opciones rápidas para la hora del almuerzo. El nivel del detalle que alcanzan estos trabajos es tal que llegamos a tener el Menú que ofrecería. Sé que el eje central del proyecto es otro y por ello no os voy a entretener mostrándoos imágenes de la carta, pero para que vayáis abriendo boca os compartiré una imagen del estado actual de la planta del que tuvo que partir Marina para desarrollar su propuesta.

Tras un estudio de viabilidad se llevan a cabo una serie de intervenciones y demoliciones que resumimos a continuación con el siguiente plano de la responsable.

Tras la reforma, la planta presenta un recorrido mucho más fluido:

Los revestimientos escogidos son además de acertados, brillantes, aportando la espectacular atmósfera que podremos ver más adelante en los renders:

Para abreviar y que no me echen de este blog, pasaremos por alto el trabajazo realizado en los suelos, los techos, las carpinterías, la fontanería o el acertado mobiliario – a medida, por cierto-. E iremos a los renders. Como no arquitecta debo confesar que, aunque tengo allegados muy queridos en el sector que me han enseñado un poco a no perderme en los planos y lo disfruto bastante, no hay nada para mí que supere un buen render para transmitir la esencia de un proyecto.

Hasta aquí el resumen de hoy. Hay más gustos que papel pintado y no os voy a obligar que os atraiga tanto como a mí este proyecto, pero me gustaría hacer una última reflexión. Elegir no siempre es fácil, pero elegir y que tu elección represente lo que se pretende, siempre es acertado. Aunque no guste a todo el mundo. Porque no todos los conceptos son para todo el mundo y desde luego, no todas las distribuciones, texturas o suelos lo son. Lo importante es que un local cree la atmósfera que se proponga. Que una luz represente un ambiente concreto. Que te transportes a un lugar, otro, que no sea una calle cualquiera con un número impar en una ciudad que ruge de ruido.

Zaraida Gil

Responsable de la Comunidad SHIFTA.

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