¿Qué es un curador de arte?

El curador de arte es una figura importante en el sector cultural, ya que se trata de un perfil polifacético que influye en gran medida en la sociedad, puesto que son los encargados de destacar un artista o un movimiento que afectan al contexto y a la historia. Estas elecciones pueden ser variadas y ordenadas por lugar, tiempo, jerarquía, categoría o por orden alfabético. A continuación exploramos más en detalle qué hace un curador de arte.

Aunque sus labores son muy variadas, un curador de arte se encarga de recomendar qué obras incluir en un museo y/o exposición. Para entendernos, los museos van adquiriendo obras de arte con regularidad y… ¡exacto! La persona responsable de seleccionar qué obras añadir o no en la exposición es precisamente el curador de arte.

Las formas legales más comunes en las que se pueden adquirir las obras serían la compra, los legados o las donaciones.

El curador también se encarga de decidir qué obras se pueden eliminar de una exposición. El hecho de ser un profesional experto y contar con la formación necesaria en la materia, le permite determinar cuándo prescindir de una obra en una colección y escoger otras en su lugar.

Sí, también son los profesionales que se ocupan de conservar las obras artísticas. Parece fácil, pero no lo es, ya que es el encargado de salvaguardar cualquier objeto que esté a su cuidado. Debe garantizar que todas las obras de una colección se mantengan en perfecto estado.

El curador debe tener la capacidad de concebir y guiar determinadas exposiciones, así que debe ser capaz de comprender las obras y movimientos dentro de la historia del arte, así como los artistas y las culturas. Es más, debe ser capaz de acercar al público las distintas temáticas para poder mejorar la experiencia del visitante en un museo.

La digitalización global ha cambiado drásticamente el modelo de conservación y exhibición de las obras artísticas. De hecho, los museos cada vez cuentan con más trabajos digitales y/o interactivos. La era digital ha impulsado la creación de arte con nuevas tecnologías por parte de los usuarios y la interacción a través de la red. Este nuevo “arte digital” requiere también del curador de arte, aunque de una manera distinta.

Por esa razón, en este contexto transmedia actual, el curador de arte debe ser capaz de comprender cómo funciona un ordenador, internet, las redes sociales y los procesos de conservación y presentación de los datos y activos digitales. No solo eso, debe poder conceptualizar, planificar y desarrollar proyectos de curaduría y exposición digital a partir de una visión global y estratégica estableciendo objetivos medibles y alcanzables.

Aunque oímos hablar del metaverso, parece todavía algo muy lejano. Sin embargo, poco a poco se está preparando ya un mundo digital en el cual todos podremos desarrollar nuestras funciones. En la Semana del Arte del Metaverso de Decentraland, celebrada en agosto de este mismo año, los curadores de arte pudieron probar nuevas formas de utilizar el espacio digital para ofrecer experiencias artísticas más interactivas y reales.

En ese mundo, las galerías y exposiciones de arte no son nuevas. Algunas empresas han creado ya galerías de arte con tokens no fungibles (NFT) digitales. Así pues, las galerías de arte interactivas, los recitales de poesía y las actuaciones digitales son la próxima frontera del metaverso.

Son muchos los desafíos que tiene que afrontar un curador de arte, pero, como vemos, el nuevo contexto digital hace que su labor pueda llevarse a cabo tanto en el mundo offline como online.

Si te formas para ser un curador de arte podrás trabajar no solo como comisario de arte, sino también como community manager, director de arte en proyectos audiovisuales, director de acontecimientos y festivales e, incluso, como crítico de arte en páginas web y revistas especializadas y creador de contenido audiovisual.