Un libro no se puede juzgar por su portada

Feb 15, 2024 por Zaraida Gil

Aunque sea muy buena, el interior puede ser todavía mejor.

Hay una canción que recuerdo mucho de mi infancia cuyo estribillo reza así: “Marina, Marina, Marina, contigo me quiero casar”. Con los años descubrí que en realidad era una versión de una canción italiana interpretada por primera vez por Rocco Granata en el año 59.

Tengo una prima llamada Marina a la que solíamos molestar cantándole esta canción una y otra vez hasta que lloraba, la infancia puede ser cruel a veces pero divertida casi siempre.

El caso es que el proyecto del que os voy hablar versa sobre el matrimonio y ha sido elaborado por nuestra alumna del Máster en Diseño Editorial y Tipografía, Marina González.

Comprenderéis que se han dado una serie de circunstancias que me han llevado a dicho recuerdo. Os dejo la canción en su versión original aquí.

En libro que aborda el rol de la mujer en el matrimonio

Hay varios motivos por los que considero que este proyecto del que os voy a hablar es excepcional.

El primero es por el tema que trata, actual y necesario, que es el rol de las mujeres dentro del matrimonio a través de una reflexión sobre los estereotipos de género.

Otro elemento clave de este trabajo, ya habiendo expuesto el qué es el cómo. Marina, con una visión ahora más adulta que cuando era niña y pasaba los veranos con sus abuelos, intenta descubrir a través de la memoria oral de su abuela sus vivencias y reflexiones respecto al matrimonio, sin añadir en ningún momento juicios de valor condicionados por su visión actual y personal.

El resultado es un libro precioso que desprende amor y respeto por todas las letras. Su título “A las fresas debería de quitarles él la yerba. Y se las quito yo” no solo es original, sino mágico por su capacidad de contener tanto en tan poco espacio. La aclaración del título en la contraportada mostrando una conversación natural y distendida entre nieta y abuela es sencillamente brutal.

Estructura del libro

Después de barajar varias ideas iniciales que contemplaban una estructura y un desarrollo diferente, nuestra alumna optó por la fluidez del diálogo, como ella comenta, la narrativa oral a fin de cuentas es ecléctica y por ello es difícil que siga una estructura. Pero sí se da una estructura tanto en la forma como en la cronología. Se puede dividir en dos partes en cuanto a la manera de recopilar la información:

  1. Historia grabada
  2. Transcripciones de conversaciones
Breve muestra del interior
Breve muestra del interior
Láminas adicionales
Láminas adicionales

Marina nos explica que “Con estas dos partes, intercaladas durante toda la obra con fotografías familiares, material de archivo y fragmentos manuscritos se consigue una publicación híbrida, entre fotolibro y biografía, que busca explorar temas como las relaciones familiares, los micromachismos, la separación de tareas domésticas y la carga mental”.

Por otro lado, cronológicamente, se dividiría en los capítulos “Mirarme al espejo y verme guapa” en referencia a la infancia, “Mujer compuesta quita al hombre de otra puerta” en relación a juventud y la edad adulta y por último respecto a la vejez: “No seré yo la que se líe con ningún hombre más en la vida”.

Cada capítulo va narrando de manera aparentemente relajada sin un hilo argumental concreto visible -que lo hay- la vida de la abuela Valentina, su infancia, cómo conoció a su marido, su día a día, el reparto -o no reparto- de tareas, etc. Mientras se van sucediendo imágenes de la familia que se mezclan con imágenes de archivo de la época, creando una atmósfera concreta que te transporta a otra época.

La autora expone las respuestas de su abuela en la gran mayoría, pero también aparecen otros agentes como su abuelo Alberto que aparece de manera espontánea en las conversaciones. Y aunque parece todo muy casual, pues muchas veces de fondo se transcribe el ruido de una tele o el accionar de una batidora, las preguntas guían el contenido resultando en una especie de cuadro costumbrista que pretende mostrar un momento cotidiano sin más, pero que en realidad esconde toda una manera de vivir. Una otra manera de vivir para muchos, ni mejor ni peor, sencillamente otra.

Tengo en mi poder todo el contenido del libro en detalle y de verdad espero que sea un proyecto en que se siga trabajando y algún día se quiera/pueda publicar.

Cuestiones más técnicas

A continuación, os muestro un vídeo donde Marina expone su proyecto para que podamos apreciar cuestiones más técnicas. Te recomiendo que actives el audio.

Como podemos observar, para asegurar la mejor visibilidad de las imágenes del interior se ha utilizado el tipo de encuadernación otabind. Por otro lado, las 22 láminas sueltas con imágenes que aparecen en el vídeo se unirán a la publicación con un cintillo de papel formando el producto final.

Cabe destacar que el hecho de que dichas láminas no estén ordenadas de ningún modo particular implica que el lector, a su ritmo, puede participar directamente de la conversación obteniendo consciencia de los roles y estereotipos que existen visualmente alrededor de la temática. Además, de este modo el lector podrá combinar las imágenes libremente creando nuevos significados.

En cuanto al formato de la publicación, nos comenta Marina que es un formato de libro de bolsillo. Según explica, es porque se trata de un tamaño pequeño reconocible como diario o cuaderno que lleva a tener intimidad o cercanía con el lector.

Retícula base
Retícula base

La autora del proyecto prosigue “Se trata de una retícula clásica de libro de lectura con algunas modificaciones para que el margen superior y el exterior sean iguales ópticamente una vez la página esté llena de texto.

Se busca una mancha de texto grande, que ocupe casi toda la página, recordando a los libros de bolsillo o a los misales, por ello se estrechan los márgenes superior y exterior.

El inferior crece para dejar espacio a la paginación y aportar aire a la composición. Se divide así la página en cuatro columnas de seis módulos cada una con un medianil (o corondel) de 8,4pt siempre.

A través del uso de estas columnas se diferenciarán las dos partes de la publicación”.

Pero los dos tipos de texto además de en la retícula, añade Marina, se podrán diferenciar por la tipografía.

Para el texto narrativo se usará la Century Schoolbook:

La elección de esta serif no es casual sino que se ha escogido por su asociación visual con el mundo de los libros de lectura clásicos, aportando, además de una lectura accesible, un tono elegante y formal.

Mientras que para los diálogos la tipografía escogida es la Century Schoolbook Monospace:

Se ha escogido una tipografía monoespaciada como referencia a la Courier utilizada en los guiones cinematográficos con la intención de aportar un toque teatral esta sección. Usando dos versiones de la misma tipografía se busca crear un contraste, pero mantener el tono coherente durante toda la publicación.

Podríamos extendernos en más cuestiones técnicas, pero por razones de espacio y por eso de dejar algo en la sombra del misterio nos vamos a despedir aquí.

Zaraida Gil

Responsable de la Comunidad SHIFTA.

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