¿Qué es el diseño industrial?
El diseño industrial es la disciplina encargada de plantear y desarrollar el diseño de productos va de la mano con el diseño de servicios, ya que un objeto no puede definirse únicamente por su funcionalidad o estética, sino por la experiencia que rodea su uso y los sentimientos que puede despertar en el usuario.
No es solo una cafetera; es el comienzo del día, un impulso para aquellos que les cuesta levantarse, o un momento de pausa con compañeros de oficina.
Por eso, la tarea del diseñador industrial va mucho más allá de crear una máquina que funcione; debe tener conocimientos sobre experiencia de usuario, hábitos culturales y sociales, así como comprender las necesidades emocionales que el producto puede satisfacer.
El diseño industrial es una disciplina que ha experimentado una evolución significativa desde su aparición durante la Revolución Industrial hasta la actualidad. Inicialmente concebido para facilitar la producción en serie, hoy en día ampliamos los factores que inciden en la creación de un producto, incorporando consideraciones como la sostenibilidad, la innovación y la experiencia del usuario.
Un movimiento crucial para esta disciplina fue la Escuela Bauhaus, fundada en 1919 en Alemania, cuya misión era fusionar el arte y la artesanía con la tecnología, promoviendo la simplicidad y la funcionalidad.
Su filosofía ha dejado una marca en la forma de concebir el diseño industrial y su aplicación para la creación de objetos cotidianos, y de esta influencia surgieron productos icónicos como la silla Wassily de Marcel Breuer, el infusor para té de Marianne Brandt o la silla Barcelona de Mies van der Rohe y Lilly Reich, entre otros muchos.
¿Qué hace un diseñador industrial?
Existen una serie de herramientas fundamentales que posibilitan las tareas del diseñador industrial, las cuales pueden clasificarse en dos grupos: las personales y las técnicas.
El diseñador industrial debe cultivar habilidades empáticas, creatividad, sensibilidad, curiosidad e ingenio. Estas habilidades son esenciales para observar a las personas que lo rodean, así como el entorno en el que se desenvuelve, y tomar decisiones que generen un impacto positivo.
Además, se requieren destrezas específicas como la capacidad para realizar bocetos, diseñar en 3D, conocimientos profundos en procesos y materiales, junto con nociones de investigación de mercado, para conseguir un resultado funcional y que cumpla con los requisitos adecuados.
¿Qué aplicaciones tiene el diseño industrial?
Es difícil delimitar las aplicaciones del diseño industrial, dado que prácticamente todo nuestro entorno está concebido por diseñadores industriales o procesos similares. No obstante, es posible identificar categorías que tienen una presencia significativa en el mercado, tales como la industria automotriz, el mobiliario, la electrónica, o el packaging, entre otras.
Algunos de los nombres que han ejercido una profunda influencia en el ámbito del diseño industrial incluyen a Philippe Starck, inventor e ingeniero aeronáutico francés, conocido por sus diseños para empresas como Vitra y Kartell. Steve Jobs, el visionario creador de la marca Apple. Eileen Gray, considerada una de las primeras mujeres reconocidas a nivel internacional en el mundo del diseño industrial. O Miguel Milá, un pionero del diseño industrial en España.
Encontramos el diseño industrial en diversos momentos de nuestra vida, lo que lo convierte en mucho más que una disciplina que fusiona creatividad y tecnología. Se trata de una herramienta poderosa para dar forma a todo lo que nos rodea, por lo que es crucial que continúe evolucionando para generar impactos positivos tanto en los usuarios como en el entorno, contribuyendo así a la construcción de un futuro más sostenible y amable.
