1. Inicialmente, empezaste como diseñadora gráfica. ¿Cómo fueron tus comienzos?
Mi carrera como diseñadora gráfica comenzó de una manera curiosa. La culpa fue de mi padre que desde niña me traía manuales de Photoshop fotocopiados y el programa piratilla, y ahí es donde empecé a dar mis primeros pasos. Si a eso le sumas que maquetaba los trabajos de mi hermano del colegio y los míos con la máquina de escribir, y, más adelante, en Word… estaba claro que lo mío era vocación.
Con el tiempo, y teniéndolo muy claro, estudié Diseño Publicitario y Comunicación Multimedia, y de ahí comencé mis primeras prácticas en un estudio de diseño del centro en el que tuve la oportunidad de aprender muchísimo de gente estupenda.
8 meses más tarde, me mudé a Málaga donde estuve trabajando en estudios y agencias de publicidad y donde colaboré codo con codo con grandes creativos.
A mi vuelta a Madrid, una de mis primeras experiencias laborales más importantes empezó en Vass Media, donde trabajé en proyectos en AXA y en el Grupo Atresmedia, entre otros, y desarrollé proyectos como los portales de Onda Cero (de la mano de mi gran compañero y amigo Dani Alarcón), Europa FM, Atresmedia Deportes y Neox Kids Baby, flooxer, tualbum.es, etc.
De ahí pegué el salto a Garaje de Ideas, una empresa que en su momento era pequeña (5 personas en el hub de atocha, donde compartíamos sala con unas 20/30 personas. Ahora son más de 200 personas), donde trabajé en proyectos interesantes como en el portal de Adeslas, Salud y Bienestar, el portal de particulares de Bankia, colaboré en proyectos para Cadena Ser, ifema, Ormazábal, Grupo Covap, Repsol, Jazztel, BBVA, Balumba, Alain Afflelou, Aliseda, Itconic (ahora Equinix)…
Mi paso por Everis, una de esas grandes consultoras de toda la vida, me dio la oportunidad de trabajar en algunos de los proyectos más importantes de mi carrera profesional como pudieron ser BBVA Global o Inditex, además de participar en proyectos para BBVA España, Banco Santander, Sacyr, Adeslas dental, Iberia… una experiencia muy completa de la que pude aprender muchas cosas y donde conocí a gente maravillosa.
2. Tras varios años en empresas y agencias, decidiste emprender como autónoma. ¿Qué te impulsó a hacerlo?
Como autónoma, hay dos etapas importantes en mi carrera. La primera comenzó tras mi paso por un estudio de diseño muy pequeño de Málaga. Tras tres años trabajando con ellos, y a raíz de la crisis económica de 2008, me quedé sin trabajo y fue entonces cuando decidí hacerme autónoma… fue una etapa corta y no salió bien, lo reconozco abiertamente. Al poco me salió la posibilidad de trabajar para Vass Media, acepté y me volví a Madrid.
La segunda etapa se inició tras haber estado trabajando en varias empresas y no encontrar ningún proyecto en el que acabara de encajar con lo que estaba buscando.
Tras unas semanas de caos, síndrome del impostor incluido y sintiéndome más perdida que la madre de Marco, en junio de 2019, quedé para comer con Alberto Barrio, de Garaje de Ideas, quien me propuso colaborar con ellos en un pequeño proyecto puntual para IFEMA. Un proyecto que en un principio debía durar un par de meses, pero que fue aumentando hasta cerca de los 2 años y medio.
Esto me hizo darme cuenta de lo que quería, me ayudó a valorarme y a dejar en un cajón ese maldito síndrome del impostor.
A día de hoy, sigo trabajando como freelance y tengo la gran oportunidad y el privilegio de colaborar con múltiples estudios de toda España, conociendo nuevos talentos fuera de Madrid y gente muy maja de la que seguro seguiré aprendiendo.
Lo que más valoro de ser freelance es la libertad que tengo en este momento, el sentirme valorada, el poder trabajar desde donde quiera, la diversidad de proyectos, colaborar con gente nueva… es increíble y la posibilidad de hacer cosas distintas es realmente motivador.
3. De todos los proyectos que has hecho, ¿cuál dirías que ha sido el mejor?
Me siento muy orgullosa de haber participado en dos proyectos: el de BBVA Global e Inditex. El de BBVA Global (fue un proyecto para 3 países) consistió en crear un simulador de hipotecas (un poco diferente a lo siempre visto), que ayudaba a los usuarios a conocer el precio de la vivienda que podrían permitirse en función de sus ingresos, ahorros y gastos (resumiendo mucho).
Fue un proyecto precioso porque fue un ejercicio constante de divergencia y convergencia en un equipo pequeño rodeada de grandes profesionales y donde todas las voces tenían el mismo peso.
Diseñamos todo el servicio desde cero: desde el concepto a toda la experiencia de usuario y la capa visual. Luego, lo testeamos con usuarios, hicimos los cambios pertinentes en base a los comentarios y el proyecto salió adelante, con algunos cambios, eso sí.
El segundo gran proyecto fue para Inditex. Consistió en rediseñar en cinco semanas la experiencia de usuario y la capa visual de una plataforma de gestión de todas las aperturas, remodelaciones, ampliaciones y cierres de todas sus tiendas de todas sus cadenas a nivel internacional.
Fue un proyecto muy ambicioso, muy complejo y de una implicación altísima, ya que se trataba de un concurso contra dos grandes empresas que se presentaban con herramientas comerciales. Pero la experiencia y el visual estaban tan bien trabajados y tan ajustadas a sus funcionalidades, que al final el concurso se ganó y la herramienta se hizo de forma interna.
¿Cómo se hace algo así con tu clienta en Arteixo? Primero presencialmente en Galicia durante dos días acompañadas de una pizarra y un par de rotuladores y después a través de largas y continuas videollamadas diarias. El resultado no pudo ser mejor, teniendo en cuenta el poco margen de tiempo y la distancia.
He de reconocer que a día de hoy aún me cuesta creer cómo entre dos personas, ganamos la batalla a esos dos gigantes. También te digo que el esfuerzo y la dedicación que le pusimos, bien se merecía esa recompensa.
4. ¿Y algún proyecto con el que no te sientas del todo satisfecha? ¿Qué aprendizajes extraes?
No creo tanto que sean proyectos malos, sino más bien proyectos donde las cosas se podrían haber hecho de otra forma. Recuerdo dos proyectos muy concretos y, en los dos casos, el trato con el cliente durante todo el desarrollo del proyecto es lo que hizo que la experiencia no fuera tan memorable como podría haber sido a pesar de tratarse de proyectos muy bonitos.
5. ¿Podrías mencionarnos 3 referentes que te hayan inspirado?
Admiro a grandes profesionales del diseño como Saul Bass, Milton Glaser, Paul Rand, Óscar Mariné, Mario Eskenazi o Alberto Corazón… pero también admiro y mucho a gente “poco” conocida con la que he trabajado, por su entrega, por su destreza, por su pasión, por sus habilidades y por su responsabilidad. Gente como María Echave, Lorena Vigil-Escalera o Nacho Moreno entre miles más.
Para mí, son referentes en el mundo del diseño, no sólo por su habilidad técnica, sino también por su ética y profesionalidad. Además, siempre he creído que para ser un buen profesional primero hay que ser buena persona… y ellos son maravillosos.
6. ¿Cómo te mantienes actualizada en las últimas tendencias y herramientas?
Behance, dribble, medium también son fuente de inspiración y de aprendizaje. Para mi es esencial buscar referencias y ver qué se cuece más allá para estar siempre actualizada.
Y por otro lado uso mucho Pinterest como una herramienta para ampliar mi cultura visual. Tengo miles de tableros con contenido relacionado con el diseño, marca, editorial y publicidad. También tengo un tablero de colores, tipografías, ilustraciones, fachadas, puertas, edificios, arquitectura, interiorismo, fotografía, fotografía en blanco y negro, moda… Todo suma y todo ayuda a la hora de conceptualizar y a no tener miedo a la página en blanco.
7. La inteligencia artificial está en auge, ¿crees que puede ser una amenaza para tu profesión?
Observo con mucho respeto los avances tecnológicos. Son una auténtica brutalidad, tanto los actuales como los que están por venir y reconozco que aún no me he metido de lleno en ella y mi criterio tiene más lagunas que conocimiento y certezas.
Es verdad que en mi día a día, noto que los clientes están cada vez más involucrados en el proceso creativo y de conceptualización y me da la sensación de que con el uso de la inteligencia artificial (que puede ser una gran aliada), se perdería la parte más creativa, y la personalización de los proyectos, el cuidado, el detalle, el mimo, el cariño…
Al final diseñamos productos digitales por y para las personas, y que exista la posibilidad de ser sustituidos por la IA, da un poco de miedo.
Reconozcámoslo, la IA está avanzando a un ritmo tan vertiginoso que me preocupa que el mercado laboral se destruya rápidamente. Podrían convertirse en una gran amenaza para ilustradores, fotógrafos, diseñadores… por ponerte unos ejemplos.
Dicho esto, creo que la IA trae y traerá cosas positivas, pero a la vez destruirá otras muchas a pasos agigantados. La tecnología bien usada es maravillosa, pero en el campo del diseño (que es el que me toca), creo que se perdería la personalización que un equipo de personas puede aportar y me preocupa que nos acabe desplazando.
Me pregunto en qué acabará convirtiéndose nuestro trabajo, ¿en pedirle a una IA que cree el diseño de una app o una plataforma? ¿Hacia ahí va el futuro del sector? Son preguntas que (insisto) me hago desde el desconocimiento. Es como ver a los toros desde la barrera…
8. Por tanto, ¿de momento no te planteas añadirlas a tus proyectos profesionales?
El uso de la inteligencia artificial en los proyectos dependerá de la necesidad específica de cada uno. Si veo que puede mejorar el proyecto, no dudaré en investigar, evaluar si es viable y el coste.
Es importante ser críticos y conscientes de que lo que proponemos cubre las necesidades del cliente. Sin embargo, actualmente veo la IA más como una herramienta aún por explorar y no como algo que pueda utilizar con frecuencia en mis proyectos…
9. Hablemos de futuro. ¿Algún proyecto que te gustaría hacer?
Estoy buscando oportunidades de colaboración con otro tipo de empresas que no sean las grandes consultoras. Empresas más pequeñas de off y on, fuera de Madrid y Barcelona, que al final es donde todo está más centralizado. Y en esta búsqueda he dado con estudios de Valencia, Alicante y Vitoria súper competentes con proyectos muy interesantes.
Me apetecen proyectos más creativos donde poder salir de unas normas y reglas que al fin y al cabo te limitan y que tú, muchas veces, no puedes controlar.
Me apasiona la conceptualización, el diseño de servicio y el diseño de la experiencia, pero también tengo ganas de volver a mis raíces en el diseño gráfico y diseñar más packaging, más branding, editorial, eventos… ¡me parece tan bonito!
10. ¿Qué consejo le darías a una persona que quiera ser diseñador?
Siempre digo a las personas que están empezando que es importante empaparse bien de cultura visual. Esto les ayudará no sólo a la hora de componer, sino también a superar el miedo a la hoja en blanco. Te ayuda a pensar más rápido, a ser más ágil y productivo.
Además, es crucial tener un criterio estético para saber qué es lo adecuado en cada momento, cómo combinar colores y formas, y fuentes de manera efectiva, y te ayuda a crearte tu propio estilo… (porque todos tenemos uno).
Otra herramienta que me ayuda mucho a la hora de plantear proyectos son los moodboards. Antes de arrancarme a diseñar cualquier proyecto, me gusta crear tableros de inspiración con fotos, tipografías, ilustraciones, colores, referencias… parece que no, pero ayudan muchísimo y merece la pena la inversión de tu tiempo.